2/17/2013

TWISTED SISTER & MOTLEY CRÜE

1983 Fue un año crucial para dos bandas que a partir de entonces serían enormes en la escena hard & heavy norteamericana, y mundial. los neoyorkinos Twisted Sister y los angelinos Motley Crüe publicarían sendos segundos trabajos que, en el caso de los primeros, les subía más un peldaño a la fama de proporciones descomunales que obtendrían con el siguiente disco, y en el caso de los segundos, volaron las cabezas de montones de teenagers headbangers de entonces, y se convirtió en uno de sus clásicos fundamentales.



Y es que, con "You Can't Stop Rock&Roll", la banda de Dee Snider (que no fue su fundador, pero que hasta su llegada al grupo, éste no despegó en condiciones), que tras llevar diez años ya en esto pateándose todos los clubs habidos y por haber, y realizar para su primer disco, el abrasivo "Under The Blade", la maniobra que otros ya hicieron con anterioridad, como Hendrix o Stray Cats, de trasladarse a Londres, alcanzar allí el éxito y volver a los States como campeones, ya empezaban a sentar las bases de lo que les haría famosos hasta las trancas en no poco tiempo. Estaban consiguiéndolo en un tiempo récord, todo lo que les había costado tanto desde el 73.También ayudó a ello, desembarcar en un Londres, en el que la NWOBHM estaba en plena ebullición, claro. Sin abandonar esa rabia punk y callejera que les emparentaba con bandas amigas como Motorhead, y formaciones de su ciudad como los Dictators (no en vano, su bajista, Mark "The Animal" Mendoza, puso las cuatro cuerdas al servicio de la enorme banda de Dick Manitoba en su "Manifiest Destiny"), como se puede apreciar en odas al macarrismo elevado al cubo como son "The Kids Are Back", "Like A Knife In The Back", o "Ride To Live, Live To Ride", ya empezaban a componer temas comerciales con gancho para canturrear puño en alto en los conciertos como "I Am (I'n Me)", claro antecedente de temas del estilo de "We're Not Gonna Take It" , predominando el canto a la rebeldía juvenil como en "We're Gonna Make It", y temas con una raíz mucho más metálica que otras bandas de estética glammy, como la potente "The Power And The Glory", el tema más rápido del disco, "I've Had Enough", "I'll Take You Alive", cuyo riff les emparenta más con Saxon y similares, que con Slade, o la canción que da título al disco, que es todo un himno y en la que Snider adelanta su idea de aprovechar al máximo el impacto de la MTV, y ruedan con este tema, el primer videoclip con toques de humor, todo idea de nuestro cantante favorito, aunque todavía rezumando macarrismo callejero, que se puliría más tarde, en los siguientes clips de "Stay Hungry". También tienen una balada que ya anticipa lo que harían poco después con "The Price". En este caso es "You're Not Alone (Suzette's Song) No es tan rotunda como la antes mencionada, pero a quién le importa cuando el disco contiene todo lo que hemos comentado antes. "Under The Blade" y "You Can't Stop Rock&Roll" nos presentaban a los TS más macarras y punks. En el disco siguiente, "Stay Hungry", pulirían más esas aristas (aunque esa base siguió estando ahí), y la jugada les salió redonda, porque reinaron por un buen tiempo en los 80.









Motley Crüe, la otra banda que lideraría el glam metal en los 80, publicaban la continuación a su "Too Fast For Love", en la que ahondarían en su vena más heaviera, jugueteando con el satanismo de broma, desde la portada, hasta la misma canción que daba título a su obra, y arrasarían del todo en los USA, dejando a montones de chavales boquiabiertos, con su actuación en el US Festival de ese mismo año, además. Este disco significó para esa generación, lo que una década antes podría haber significado el "Rocks" de Aerosmith para la anterior, y creo no exagerar. Y también les sirvió para triunfar al otro lado del charco, por supuesto. Ya se sabe lo que atrae el lado oscuro a los chavales, con lo cual, qué teenager de Arkansas no iba a resistirse a esa introducción de "In The Beginning", seguida del primer pildorazo, "Shout At The Devil", con ese riff heavy y esa batería machacona, o temas con títulos como "God Bless The Children Of The Beast", y versiones de temazos con toda una leyenda negra rodeándoles como "Helter Skelter". Si a esto le sumamos los temas en los que la banda es especialista, por conocerlo de primera mano, de fornicación a todo lo que tenga faldas, como "Ten Seconds To Love", que también son muy atractivos para los teenagers vírgenes de una Minesota cualquiera, el éxito estaba garantizado. Era imposible resistirse a la fuerza de sus singles "Looks That Kill" o "Too Young  To Fall In Love", con sus respectivos clips apareciendo en la MTV a todas horas, y que en países como Spain, se podían ver en todo garito metalero que se preciara de serlo, y la tralla de canciones del tipo de "Bastard", "Red Hot" (Tommy Lee no sería Dave Lombardo, pero aquí le da al doble bombo como un campeón), o "Knock'Em Dead" cuyo riff me recuerda a un "Grinder" de Judas Priest. Uno de sus mejores trabajos, y el que puso a la banda en lo más alto, con sus ventajas e inconvenientes, como se puede leer en la biografía del grupo.



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