10/07/2020

EDDIE VAN HALEN. ADIÓS A UNA LEYENDA

Ayer a última hora, no daba crédito cuando veía en Facebook las primeras publicaciones sobre el fallecimiento de Eddie Van Halen. Es el tipo de nefasta noticia que uno no quiere leer, por más que te barruntes que la cosa estaba mal desde hacía un tiempo, y sepas que llevaba ya unos años luchando contra el maldito cáncer. Facebook, y el resto de redes sociales, se llenaron de mensajes de cariño de los fans, y de miles de compañeros de profesión del extraordinario guitarrista, de cualquier estilo musical que se preciara. Y no era para menos, porque en la historia del rock, ha habido guitarristas cuya aparición lo cambió todo en el lenguaje de la guitarra. Estaba Link Wray, estaba Hendrix, estaba Blackmore, estaba Iommi, y estaba Van Halen. Eddie Van Halen pertenecía a esa estirpe cuya aparición marca un antes y un después en la música rock. Es una pérdida irreparable, más si como fan, la música de su banda te ha acompañado toda la vida. Es un golpe difícil de encajar, tanto como cuando nos dejó Dio o Lemmy. Ayer, como muchos fans, intentaba poner temas suyos en Facebook, y era una sensación extraña: por una parte, me era raro cuando estaba triste por su pérdida, poner temas de Van Halen, porque si transmiten algo, es precisamente todo lo contrario a tristeza, pero por otra, pensaba en el increíble legado que deja. Una música que en sus seis primeros discos, además de demostrar todo su virtuosismo a las seis cuerdas, así como su capacidad de innovación y originalidad, te demostraba que se puede ser virtuoso, y ser divertido y festivo. No ser un coñazo, y tocar al servicio de la canción, sin perder un ápice de capacidad para dejar al oyente estupefacto de lo que está escuchando. En su etapa con Sammy Hagar, para mí la banda se estandarizó más, y dejó de impactarme tanto, pero cuenta con legiones de seguidores, por lo mismo. Puede gustarte más una época que otra de la banda, pero siempre encontrarás calidad. Eso es innegable. En fin, un motivo más para odiar este maldito año, y desear que acabe de una vez, y otra más que lamentable pérdida de una leyenda icónica que se suma a las más recientes de Pete Way o Lee Kerslake, pero que deja un irrepetible legado, que siempre será inmortal. Así que, pinchemos una vez más sus seis primeros discos (que deberían enseñarse en las escuelas) o los de la época con Hagar, o su proyecto de Starfleet con Brian May, o su colaboración en Beat It de Michael Jackson, o todos estos trabajos, según preferencias. El mundo es un poco más gris desde ayer.