8/30/2010

ESTUDIOS SOCIOLÓGICOS CHORRAS 2




HOY...EL PERROFLAUTISMO

Término nacido en internete, como otros del estilo de "pagafantas", el perroflautismo abarca una amplia concepción de tipos y arquetipos. Prácticamente, todas las tribus urbanas, pueden tener un componente perroflaútico, aunque donde destaca en todo su esplendor, es en el rock urbano y el punk autóctono, antiguamente llamado por algunos de mi quinta, "costrapunk". Lo curioso del fenómeno perroflauta, es que, inevitablemente, como todo en esta vida, también ha sido absorbido por el sistema, creando su vertiente pija, vamos el AOR de los perroflautas, mezclada con cierto rollo bohemiomulticultureta, con mestizaje de postal, que hace que la humanidad tenga que soportar a cosas como Manuchao, Melendi, Macaco o Bebe.

En realidad, desde que aparecieron los Leño, o incluso antes, cuando los hippies invadían Ibiza (los hippies con posibles, claro) el rollito costra siempre nos ha acompañado, pero nunca se había extendido tanto. Hoy en día esta especie goza de extraordinaria salud, rivalizando en popularidad con tribus de reciente cuño, como los canis y demás subespecies de primates, los emos y los góticos del Lidl. Incluso los góticos del Lidl, también pueden tener, cuando sus ejemplares tienen 15 años o así, algún componente perrofláutico. Véase a esas hijas de ZP, diciendo al batería de Mago de Oz, que su canción favorita es "Polla Dura No Cree en Dios", por ejemplo. Por no hablar de la querencia de muchos de estos ejemplares por la bebida de los costras por excelencia. El kalimoxto (así, con "k" y "xt", que queda más revolucionario).

Vamos a analizar a grandes rasgos, esta corriente, en sus dos vertientes más populares entre los más jóvenes de la casa. Empezamos con los perroflautas genuínos.

Como ya he dicho, aquí, a la vertiente autóctona que se fraguó del punk allá por los ochenta (cuando el punk ya había pasado su ciclo de popularidad en el resto del mundo. Es lo que tuvo la dictadura y eso) algunos les llegamos a llamar costrapunks. Hoy, los hijos y hermanos menores de éstos que mantienen el legado, encajan en el arquetipo que se tiene sobre los perroflautas. Aquella amalgama de rock urbano con actitud punkarra, con bandas como Leño o la Banda Trapera del Rio a mediados-finales de los 70, junto con la posterior llegada en la década siguiente
del rock radical vasco, y los descendientes de Leño, en la forma de Barricada, influenció en una siguiente generación que explosionó, y no saben ustedes cómo, en bandas mucho más cutrazas, pero de calado más hondo en los quinceañeros de por entonces. Fue cuando surgieron Extremoduro y toooooda la legión de imitadores, A Palo Seko, A Sako Palo, S. A. (aunque eran más heviatas, pero eran adorados por los críos kalimotxeros), Manolo Kabezabolo, etc. Empezaron a surgir con más fuerza que nunca, los punkies con su cresta venida a menos, sus ochocientos kilos de mierda y piojos, los adornos de coches Mercedes y de mecheros en los hombros de la chupa, la flauta (me gustaría ver la cara que pondría sid Vicious si viera a un punk de éstos, con su flautita imitando la melodía de "titanic") y, por supuesto, el perro, en muchas ocasiones, un chucho con más mierda que el palo de un churrero, pero más limpio que el dueño. Estos punks, pronto se mezclarían con el rollete hippie-bohemio cultureta, y empezarían a proliferar hippies costra (en su mayoría tías), con sus pantacas a rayas, sus bolsitos con adornos de brujas pechugonas, y sus aportaciones de querencia por cosas como más variadas y exóticas.

Por supuesto, no hay que olvidar el compromiso político y todo eso. Algo muy importante en el mundo perroflauter. Todas las causas que huelan a izquierda, esté uno deacuerdo o no con ellas, y aunque no haya leído a Marx en su vida, o no haya trabajado en su vida, se hacen propias como si les fuera la vida en ello, empleando para todo lo que no sea de su agrado, el término "fascista", que queda guay. Dándose anécdotas muy entrañables, como que varios de éstos, un domingo por la mañana, desayunando en un bar, te llamen "fascista", por decirles que dejen de gorronear tabaco a tu amigo, que ya ha habido seis tipos que le han pedido un cigarro, o que también te cataloguen con ese sanbenito, cuando le recriminas a uno de éstos, que está en pleno moco de kalimotxo y algo más, que deje de dar patadas a los retrovisores de los coches de los curritos que están durmiendo en la calle (los coches, no los curritos)

Con todo, esto no quita para que esta especie, sea la más divertida y genuina, e incluso algunos de ellos, buenas personas y eso. a mí me caen más gordos los siguientes. Los pijos perroflautas.

Y es que, tenía que pasar. Con bandas como Mago de Oz y Skap, apareciendo en los medios mainstream del país, y siendo coreadas sus canciones por todo tipo de gañanes en fiestas de pueblos, era predecible que el sistema se apercibiera de que se podía domesticar el asunto, y hacer que la juventud fuera muy punk, muy roja y muy multicultural, pero dentro de un órden, y consumiendo como posesos, camisetas del Ché en Zara. Yo lo predije una vez, estando en la zona más hortera de Alicante, y viendo cómo todos los horteras se sabían al dedillo las canciones de Manuchao. Así que, así empezaron a salir clones y más clones del exMano Negra, con mestizaje idiota, canciones absurdas, letras oligofrénicas y encima, en muchos casos, aderezándolo con el deleznable flamenquito guapo, al estilo de Alejandros Sanz y demás escoria, pero a la manera perroflauta. Ustedes saben a qué me refiero. Así surgieron esperpentos como Bebe, Melendi y el más asesinable de todos, el Macaco. Cada vez que por accidente escucho el puto "Moving" ese, mis impulsos homicidas aumentan a límites estratosféricos, incrementados además, al ser consciente de que un monumento como Kira Miró, se ha fijado en este subhumano.

Hay ciertos matices que diferencian a este colectivo, de los perroflautas puros. Su estética tira más hacia los gorritos peruanos, ropas pseudohippies, muchos motivos alusivos a la marihuana, las rastas, que hacen furor entre ellos y ellas, y se rumorea que las capas de mierda que llevan es maquillaje de atrezzo, y que en realidad se lavan y todo. Por supuesto, esta especie ocupa casas en su periodo adolescente inconformista, volviendo a la mínima al chalet de zona residencial de sus papis, son muy dados a viajar al extranjero, y muchos de ellos, cuando pasan de los 25 y acaban la carrera de abogado, se olvidan de ese periodo de su vida, y se dedican a regentar el bufete de papá. Otros, al no ser que digamos, muy aptos para llevar el negocio de la familia, ésta les mete en carísimas escuelas de cine para que se hagan directores, o les compra un instrumento, con el que ensayan en el garaje del chalet, no dejando dormir a su mucama sin papeles, y se dedican a la música, con el resultado que pueden ver ustedes.

Por supuesto, todos estos también andan comprometidos con las causas superguays, como el medio ambiente, y sobre todo, la multiculturalidad. Desde sus zonas residenciales, acuden los fines de semana a zonas como Lavapies para empaparse de mestizaje, más o menos, como cuando en el pasado, los señoritos de buena familia iban a las tascas y los tablaos, a reírse de las cosas de los gitanos pobres. De reformas laborales y demás, mucho no entienden, pero están concienciaos que te cagas, los chavales.

Bueno, pues a grandes rasgos, en esto se podría resumir, creo yo, esta especie. Espero que hayan hecho unas risas.

8/11/2010

PUTA Y ASQUEROSA RACHA


Parece ser que al bajista de Y&T, Phil Kennemeore, miembro cofundador de la banda y carismático donde los haya, le han diagnosticado un cáncer. Podéis leer la noticia aquí.



Una pésima noticia, además en una banda que había relanzado su carrera en los últimos años, con formidables conciertos y un gran disco como es el último. Esperemos que, como cuenta Kennemeore, la cosa sea benigna, salga bien de la operación, y le podamos volver a ver rockeando encima de un escenario, que es para lo que este hombre ha nacido. Ahora, más que nunca, hay que mostrar el apoyo a esta banda, viéndoles en directo en cuanto toquen por aquí.