10/16/2016

JORGE SALAN

"GRAFFIRE"



Decir a estas alturas, que nos encontramos ante uno de los mejores guitarristas de rock de este país, es algo muy obvio, que todo el mundo sabe, o debería de saber. Lo que no sabrán quienes todavía no hayan escuchado este nuevo trabajo, acompañado de The Majestic Jaywalkers, es que "Graffire" quizás sea el mejor disco que haya grabado el madrileño. Y además, el más variado en cuanto a estilos que toca en el mismo. Hay sitios para el blues con temas como "Born Under A Bad Sign" (nada que ver con la de Albert King, pero sí mucho con su adorado Gary Moore en su vena bluesera) con el gran Jeff Espinoza a la voz, la boogie "Victim Of Desire", con ese magnífico teclado, cortesía de Pau Alvarez, la sección de vientos de cuyos arreglos se han encargado Pau Sastre y Jordi Pinyol, y esa bonita armónica que aparece antes del gran solo de Salán, la hendrixiana "On My Own", con Jeff Scott Soto a los coros, y las apabullantes versiones de "They don't Make Them Like You Anymore" de Rory Gallagher, que suena de lujo, y "Leave My Girl Alone" de Buddy Guy, que suena tremenda, en la que Salán despliega todo su poder guitarrero, con un aire a lo Stevie Ray Vaughan, hay sitio para el soul, con la excelente cover del clásico de Al Green "Take Me To The River", o con "One More Empty Feeling" con la voz de Garret Wall, aproximaciones al flamenco, con la maravillosa "Para Paco De Lucía", y por supuesto, al hard rock de la mano de "No Turning Back". En este tema, y en otros, se pueden escuchar los coros de Gema Vau, cantante de Biosfear. Jorge Salán, además de no basar como otros guitarristas, su disco en el toconismo extremo de las seis cuerdas, ha sabido rodearse de musicazos, con una producción en la que cada cosa suena como tiene que sonar, dando espacio a otros instrumentos en favor de lo que pide la música en cada momento, con un gusto exquisito, y se le nota cada vez más cómodo como cantante. Una más de las muy agradables sorpresas musicales patrias de los últimos años, junto con los últimos trabajos de Javier Vargas, Susan Santos, Star Mafia Boy o la Kiko García Band.

10/14/2016

BOB DYLAN, LOS PREMIOS NOBEL, Y EL CATETISMO ESPAÑOL



No sé cómo habrá sido en el extranjero, pero la que se ha liado desde ayer, en las redes sociales y los medios españoles, cuando han concedido el Premio Nobel de Literatura al genio de Minessota.
A mí, realmente, me la traen floja los putos premios y más los de esta institución que ha galardonado a asesinos como Kissinger, cerdos como Milton Friedman, y fachas asquerosos, valga la redundancia, como Vargas Llosa, y demás ejemplos de que esta institución premia el capitalismo más abyecto. Pero, por otro lado, pues hombre, también ha premiado a gente como Martin Luther King o García Márquez, así que, es de agradecer, que por fin se aprecie la aportación literaria de las poesías de Dylan, a la música americana, y la importancia de este hombre en la historia de la música popular.

No me voy a tirar el pisto. Reconozco que no estoy escuchando a todas horas la discografía de Robert Allen Zimmerman, y que me son más cercanos y me gustan más, letristas como Lemmy, Ronnie Van Zant o Phil Lynott (por cierto, éste último, siempre citó a Dylan como una de sus influencias, y el mismo Dylan dijo de Lynott que "era un genio"). Pero la he escuchado, y me encantan discos como "Highway 61 Revisited" y "Blonde On Blonde", y aprecio sus letras de su época folk. Vamos, que reconozco la enorme influencia que ha tenido sobre montones de músicos posteriores, la importancia que tuvo su manera de componer en el rock, el folk, y hasta en el blues y el country, y adoro lo que hizo con los Traveling Wilburys. Vamos, que, aunque no te guste, es alguien que merece como mínimo un respeto, porque ha tenido un peso y una importancia en la historia de la música, y para bien o para mal, es un icono de la música del siglo XX, y de la cultura americana.

Comprendo, que en un país tan negado para el inglés como el nuestro, a mucha gente se le escape la valía de este hombre como letrista. Pero de ahí a todas las gracietas, gilipolleces, cuñadismos y demás majaderías que estoy leyendo estos días sobre esto, que parece que ahora, en un país en el que no lee ni dios, a todo el mundo le encanta enterarse de los putos premios estos, pues va un abismo.

Y no le atacan por recibir un premio de una institución que premia lo que he puesto más arriba, o por ser una lanza más que hiere al rock&roll esto, para que el sistema lo absorba, pierda su componente catalizador de rebeldía y se convierta en una mierda más de consumo, no. Lo atacan, como si hubieran dado el premio a Belén Esteban, o algo así, no sé si por envidia, o por puro y simple paletismo.

Una demostración más de la cultura subcero que padecemos en este país. En fin, para quien se haya alegrado, pues ahí le dejo una de mis favoritas.


Y de propina, les dejo este homenaje que le hizo Bowie: