2/16/2007

THE YAYHOOS




The Yahyhoos




Ringo




Sala El Sol


10/02/07






Después del buen sabor de boca que nos dejó el exGeorgia Satellites, Dan Baird, hace unos pocos años, con su banda, ya iba siendo hora de que sacase otro buen disco, y nos deleitase con otra fiesta de rock&roll, que es en lo que se convierten los shows de estos tíos. Presentando su excelente "Put The Hammer Down", del que no faltaron temas como "Where's Your Boyfriend Art", "All Dressed Up" la divertida "Never Give An Inch", bueno, prácticamente, casi todo el disco fue interpretado en directo, junto a temas de su antecesor, "Fear Not Obvious", como ""What Are We Waiting For", la cachonda "Monkey With A Gun", u "Oh! Chicago". Un conciertazo como pocos se pueden ver, en el que la diversión, el buen rollo de la banda, y el buen hacer como músicos de los mismos, se juntan en uno. Nadie destaca por encima de nadie. Tanto Baird, como Eric "Roscoe" Ambel, como Terry Anderson, como Keith Christopher, demuestran ser unos grandes músicos, y unos tipos que por encima de todo, salen a pasárselo bien en el escenario, contagiando ese buen rollo, a quienes les ve. Parece ser que el boca a boca funciona, y El Sol, estaba bastante lleno. Comparativamente, había más gente, que la vez anterior en la Moby Dick. Buena señal.




Respecto a los encargados de abrir el concierto, que fueron los madrileños Ringo, pues dieron un muy buen recital, en su estilo, country rock muy influenciado por Credence Clearwater Revival, demostrando que saben lo que se traen entre manos. Una banda que suena bastante potente, y promete bastante. No hay que perderles de vista. Espero que vayan a más, porque lo merecen. Me rosprendieron muy gratamente.

2/12/2007

IMBATIBLES


ROSE TATTOO

BLOOD BROTHERS


¡Qué grandes son! Después de la racha que han tenido, en lo personal, la pérdida del llorado guitarrista, Pete Wells, la del exbajista, Ian rilen (ya no estaba en los Tats, pero esta banda transmite un sentimiento de hermandad entre sus miembros, solo visto en Lynyrd Skynyrd), estos tipos siguen ahí, imbatibles a la adversidad, demostrando que nada les puede detener. Parece, con este disco, y al anterior, el colosal "Pain", y su directo "25 For Life", que nada ha cambiado en ellos, desde "Scarred For Life", y sus coqueteos con un rollo más blandengue, como fue aquel olvidable "southern Star", no hubieran existido. Ahí siguen demostrando, cómo se hace rock&roll con cojones. No hay grandes sorpresas. Cuando uno se compra un nuevo disco de estos tipos, ya sabe lo que va a oír. Es como George Thorogood, o como eran los Ramones. no hay grandes cambios, sino una nueva colección de grandes canciones, y de auténticos cañonazos sonoros e himnos, como sólo los saben hacer ellos. Así pues, la cosa empieza muy bien, con "Black Eyed Bruised", su single y carta de presentación, sigue con un trallazo llamado "Slipping Away", para dar paso al típico himno de borrachera de bar de la casa, que lleva por nombre "Once In A lifetime". Canción que te hará mover el pie como un poseso, y que tiene una "slyde" rompedora, como todos los temas del disco. Por cierto, cuentan con dos guitarristas nuevos en la banda. Uno es Mick cocks, que reemplaza a Rob Riley, y el otro es Dai Pritchard, que sustituye al malogrado Wells. Bien, la juerga sigue de la mano del rockanrollazo titulado "1854", tema que para el directo, funcionará de maravilla, luego pasan a la bluesera, como su nombre indica, "City Blues", que viene a ser su "Rock&Roll Outlaws" versión 2007, para pasar a mostrar sus influencias sureñas, que siempre han estado ahí, con la magnífica "Sweet Meat", un descansito, con "Man About Town", un blues lento, que se les dan de miedo, seguimos con un pie en el blues, de la mano de "Creeper", que te lleva a los pantanos de Louisiana, como si nada, y otra vez vuelta al rock salvaje, con "Stand Over Man" y la marchosona, "Nothing To Lose", para terminar el tema con otra pieza de órdago, llamada "Lubricated", cuyo riff es un homenaje descarado a sus compatriotas del traje de colegial.


Un discazo redondo, que hace que aumenten mis ganas de verles por aquí, que finalmente serán recompensadas el 31 de marzo. Cada día me impacienta más la espera.



2/10/2007

MINICLASICOS OLVIDADOS




TYGERS OF PAN TANG


Estaba mirando la página de Youtube, cuando de pronto, me he topado, con dos vídeos, de una de mis bandas favoritas, de aquello que se dio en llamar NWOBHM (New Wave Of Heavy Metal, para los profanos), en los felices 80. Así que, el factor nostalgia, ha podido conmigo, empujándome a desempolvar los discos de estos británicos, y pinchando una vez más, pequeños clásicos de aquella época, como "Never Satisfied", "Crazy Nights" o "Euthanasia".

Ciertamente, esta banda, parece un secreto guardado por una pequeña minoría de seguidores, y no debería de ser así. Tygers Of Pan Tang, grabaron tres clasicazos, que deberían figurar en las estanterías de todo buen aficionado al Heavy Metal, y, para deshacer este entuerto, o al menos, poner mi pequeño granito de arena, me apetece repasar un poco, a modo de resumen la historia de esta banda, al menos, en sus años de gloria.

La cosa empieza en el 78, cuando el guitarrista Rob Weir, que se acabaría convirtiendo en el miembro permanente de la banda, decide unir sus fuerzas, junto al cantante, Jess Cox, el bajista Richard "Rocky" Laws y el batería Brian Dick. Esta formación sería la que perpetraría en el 80, "Wild Cat". Un disco que junto con discos tan fundamentales como el primero de Iron Maiden, o "British Steel" de Judas Priest (de los que tienen bastantes influencias, en este trabajo), inaugurarían, por así decirlo, el Heavy Metal británico que triunfaría, a comienzos de la década. Disco éste, de guitarras primitivas, y auténticos cañonazos, como la antes mencionada "Euthanasia", "Don't Touch Me There", o mi favorita "Fireclown", en el que la banda ya apuntaba muy buenas maneras, aunque, les faltaba algo, para pulir su sonido y tener un estilo más propio.

Y ese algo, vino al año siguiente, y fue en la forma de sus dos nuevos miembros. Entraba un cantante, con un feeling y un carisma muy personal, llamado Jon Deverill, y un guitarrista incendiario y fantástico, que posteriormente, daría mucho que hablar. Me refiero, por supuesto a Mr. John Sykes. Con ellos, la banda, subió a otro nivel, como se puede comprobar, si se escuchan los dos discazos que editaron en el 81. "Spellbound", el primero de ellos, conservaba la garra y la fiereza de su anterior obra, con cañonazos del calibre de "Gangland", "Hellbound", "Silver And Gold", o "Tyger Bay". Temas que podían competir sin problemas, con los de bandas de su misma época. Pero además, se añadió un elemento melódico, que les hacía más variados. Así, canciones como "Take It" o "Mirror" mostraban la fáceta más accesible de la banda, por así decirlo. El disco en cuestión, es el mejor del grupo, para muchos fans.
Aunque, en mi opinión, está en dura pugna, con su siguiente disco. El fantástico "Crazy Nights". Solo por cómo arranca, con ese riff que se me antoja, suena a unos Whitesnake metalizados (curiosamente, una de las bandas, a las que iría después a parar Mr. Sykes), y que da comienzo a "Do It Good". Una canción con un potencial comercial enorme, y cómo sigue la cosa de bien, en la siguiente, "Love don't Stay", cuyas partes de guitarra, recuerdan un poco a otra banda a la que iría Sykes, que son Thin Lizzy, la rabiosamente heavy, "Never Satisfied" , cuyo riff de guitarra, calcaron los españoles Banzay, en una de sus canciones (de hecho, Salvador dominguez, parece ser que fue guitarrista de los Tygers, en los comienzos del grupo), la speedica "Runnig Out Of Time", la que da título al disco, "Crazy Nights", que podrían haber compuesto unos Def Leppard primerizos, sin problemas, ya vale la escucha de este disco.
Con estos dos trabajos bajo el brazo, la banda estuvo en boca de gente como Motorhead o Ian Gillan, que se deshacían en elogios hacia ellos. Pero, estaba claro que a un guitarrista como Sykes, pronto se le ofrecerían suculentas ofertas, mostrada su habilidad como músico y compositor. Y efectivamente, cuando acude a una audición de guitarristas, que convoca Ozzy, para sustituir al malogrado Randy Rhoads, lo inevitable, ocurre. Sykes abandona al grupo. No fue el candidato elegido, para sustituir a Rhoads, pero es llamado por Thin Lizzy, con los que graba un increíble "Thunder And Lighting", acompañándoles en la gira de despedida. Luego, pasaría a las huestes de Coverdale, pero eso merece otro capítulo aparte.
A partir de ahí, para un servidor, acaba la época gloriosa de este grupo, que de haber seguido en la línea marcada por sus tres primeros discos, y de haber tenido más suerte, ahora serían unos clásicos de primera fila, a la altura de Maiden o Saxon. Quizás exagere, pero siempre lo he pensado así. Luego, cometieron el error de muchas bandas contemporáneas, americanizando su sonido de una manera postiza y absurda, como se puede comprobar, en su siguiente disco, el flojísimo "The Cage", del 82, en el que Sykes es reemplazado por un tipo que parece hermano suyo, en cuanto a imagen, llamado Fred Purser. Tienen un éxito efímero, con el single "Love Potion Nº 9", pero sus fans les dan la espalda, y no vuelven a levantar cabeza con las sucesivas reencarnaciones del grupo, grabando cada vez cosas menos inspiradas, como "The Wreck-Age" o "Burning The Shade". Claro, que estos dos discos, en realidad, aunque lleven el nombre del grupo, solo están en el mismo, dos de sus miembros clásicos, John Deverill y Brian Dick. Su fundador, Rob Weir, y el primer cantante del grupo, Jess Cox, intentan revivir el espíritu de los primeros Tygers Of Pan Tang, con la banda Tyger Tyger, pero no se comen un rosco, los pobres.
Hasta que llega el año 98, en el que la banda, como están haciendo muchas de su quinta, deciden reunirse, para tocar en el Wacken. Bueno, exactamente, no es que se reunieran ahí, sino que Jess Cox, y Rob Weir, se unen en el escenario al exguitarrista de Blitzkrieg, Glenn Howes, al bajista Calvin Gray y al batería Bat Christ Percy, para tocar sus viejos temazos, y salta la chispa, se enciende la bombilla, vamos, que vislumbran la posibilidad de reunir a la banda, con estos tres nuevos mimbres. Esto ocurre en el 2001, y además, ha dado como fruto algunos discos en directo.
Pero si de verdad queréis conocer al grupo en sus buenos tiempos, lo fundamental, son sus tres primeros discos. Un grupo que mereció mejor suerte.