2/03/2013

CAMBIOS QUE SENTABAN COMO A UN SANTO DOS PISTOLAS

MICHAEL SCHENKER (¡PERDÓN!) McAULEY SCHENKER GROUP







Corría el año 87, cuando el guitarrista teutón, decidió que tenía que vender en los USA a lo grande, y que debía cortar con el hard rock melódico tocado por tíos feos (pero con carisma a borbotones, maestría y un currículum que tiraba de espaldas, como Cozzy Powell, Ted McKenna, Chris Glen, Paul Raymond, Graham Bonnet, o Derek St. Holmes), para acercarse peligrosamente al AOR en su peor acepción, rodeado de músicos más monos (es un decir),  pero conocidos en su casa y a la hora de comer, para arrasar entre las fans de Bon Jovi.

Así que, dejando con el culo torcido a la mayoría de sus fans y consiguiento nuevos seguidores, que le darían la espalda en cuanto saliera the next big thing, se me junta con Luis XVI...digo, el exGrand Prix Robin McAuley (es que, ese historiado pelucón despista a cualquiera), el bajista Rocky Newton, el guitarrista Steve Mann y el batería Bodo Schopf, se me pone unas extensiones, se compran las ropas más horteras y chillonas que hubiera por Los Angeles, y me graban su primera obra, en la que se aprecia un sonido comercial más oportunista que hecho de encargo, en el que brilla por su ausencia todo aquello que hacía que me gustase el MSG de antaño.

Vale, tecnicamente, tiene una calidad fuera de toda duda. Este tipo sabe reunirse de buenos músicos y tal. Pero coño ¡Esto no es MSG! Es otra cosa muy moñas. Ya sólo con el tema que abre el disco, del que salió su video pintón de turno para la MTV, el "Give Me Your Love", la cosa no promete una mierda. Eso sí, los fans de Bon Jovi y Europe están encantados con estos casi cuarentones que quieren ir de mozuelos majos. La voz de Luis XVI carece del feeling de Graham Bonnett o el macarrismo de Gary Barden,  no es que cante mal, pero es eso, un cantante de rock más comercial. Cosas que suenan algo al pasado de guitarrista alemán, pues sería el riff inicial de "Here Today-Gone Tomorrow", que también recuerda a Scorpions. Pero eso, sólo el riff. El resto del tema suena a AOR del montón, "No Time For Losers" aumentaría en fuerza, cantada por un Gary Barden, porque es cañerilla (no mucho, no sea que se les despeinase el cardado a sus nuevos fans, claro)  como "Get Out" que tiene otro riff aprovechable, "Love Is Not A Game" es para matarles a guantazos, "Time" es un intento de balada a lo Scorpions, que éstos hacen con más gracia, como "I Don't Wanna Lose", que es de vergüenza ajena, y "Rock 'Till You're Crazy" es de lo poco que salva los muebles de este disco, y ahí sí que viene un solo que es reconocible como 100% Schenker.






Dos años después, publicarían su continuación, en la forma de "Save Yourself". Disco algo más decente que su predecesor, como bien anuncia ya el tema que le da título, con ese punteazo neoclásico de Schenker al comienzo. Además, el tema más cañero del disco,  Sólo la escucha de este tema, ya albergaba esperanzas. Aquí sí está lo que un servidor espera escuchar en un disco del MSG, aunque el tema suene más a Scorpions que a ellos. El riff de la siguiente, "Bad Boys" sonaba más al Schenker clásico, pero cuando entra la voz del McAuley, le falta ese punch que tenían los temas clásicos. Por supuesto, tenía que venir la baladita para el correspondiente clip de la MTV, y ésta es "Anytime", que me parece un pastiche de balada al uso del montón, que podría haberla sacado cualquier banda de figurines de la época. "What We Need" es otra cacota de cuidado, pero la pachangada de "I'm Your Radio" es ya indigna de este tío. Querer sonar a estas alturas como los Def Leppard del "Hysteria", como que es algo putapénico, teniendo ya un estilo propio bien definido. En "This Is My Heart", parece que quieran sonar como Foreigner o Journey, y para eso, me quedo con los originales. "Destiny" se libra de la quema, como "Get Down To Bizness" o "Shadow Of The Night", y "Take Me Back" no suena mal del todo. Disco algo mejor que el anterior, pero flojísimo comparado con los discos clásicos, y con algunas cosas vergonzantes, como ya he señalado.





Con la llegada de los 90, el rock pintón tenía sus días contados, porque la gente se hartó de tanta idiotez, y, conscientes de ello imagino, El McAuley Schenker Group normalizó sus pintas. El cantante dejó de llevar el megapelucón rococó, y se bajó el volumen peluconístico, y Schenker se olvidó de las extensiones y se dejó el típico bigote tan del gusto de los futbolistas alemanes y su hermano. En lo musical, también se notó el cambio en su tercera obra, titulada como la banda, en la que se aprecia el endurecimiento de su sonido ya desde el primer tema "Eve", comercialote, pero más durillo que en discos anteriores, por el riff de guitarra, más que nada. al igual que "Paradise", con un ritmo pesado en plan medio tiempo. Los coros y las melodías moñas de voz siguen ahí, pero se aprecia algo más de dureza. "Invicible" es de lo mejorcito de la obra. Y la guitarra acústica de "Nightmare" también mola bastante. En definitiva, es el disco más audible y redondo que grabaron, aunque siguiera sonando comercial, pero claro, ocurrió que este estilo sería desbancado por la escena alternativa y grunge, con lo que, las ventas fueron un fracaso y provocó la separación de la banda. Encima, muchos de sus fans veteranos, les habían dado la espalda hace tiempo, y ni prestaron atención al disco. Si Schenker nunca se hubiera metido en estos terrenos, quién sabe si hubiera mantenido una base de fans en condiciones, aunque no hubiera arrasado, y hubiera sido respetado, y hasta reivindicado en esa década. De hecho, en bandas como Pearl Jam, entre sus músicos había fans de MSG.

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