5/07/2012

JIMMY BARNES: THE WORKING CLASS MAN






Tenía ya ganas de escribir por aquí, acerca de este gran desconocido en Europa, pero que es toda una estrella en Australia. Algo que me parece muy injusto, ya que la voz de James Swan Dixon, que es así como realmente se llama este escocés, nacido en Glasgow en el 62, aunque emigrado a Australia desde los 4 años, es una de las mejores que haya parido el rock de aquel país. Con muchas influencias de la música negra, del soul de los sesenta, y una carrera en la que ha tocado no sólo este palo, sino el hard rock y el AOR, y todos con gran acierto, lo que le convierte en una suerte de Glenn Hughes a la aussie. No en vano, se puede escuchar su voz colaborando con el exPurple, en uno de los últimos discos de éste último. En "Music For The Divine".

Fue introducido en la música, por su hermano mayor, John Swan, posterior cantante, también, e integrante de Fraternity, la banda en la que cantaba un tal Bon Scott, antes de meterse en otra de ciertos hermanitos bajitos, uno de ellos, disfrazado de colegial. No sé si les conoceréis. En esta banda, nuestro prota, entraría a sustituir a su hermano, a la batería, que era el instrumento que tocaba, pasando al poco tiempo, a entrar en otra formación llamada Cold Chisel, con tan solo 17 primaveras. Cold Chisel eran una de las bandas más grandes de las Antípodas, y allí, Barnes, que cogería este apellido de su padrastro, se tiraría desde el 73, hasta el 83. Como ya he dicho, Cold Chisel llegó a ser una banda muy grande en Australia, pero la mala gestión de la pasta, y el no salir de las fronteras, hizo que para el resto del mundo fueran uno de los secretos mejor guardados de ese continente. Con todo, el vídeo más vendido por aquellas tierras, es el del último concierto de Barnes con esta banda.



En el 83 se pira de Cold Chisel, y empieza a despegar su carrera en solitario. Sus seis primeros discos se convierten en números uno en Australia, y Barnes, como no tiene un pelo de tonto, lo que quiere es salir del continente, y triunfar en los USA. El chaval tiene un vozarrón, buen gusto para las melodías, y puede tener tirón en el país de Journey y compañía, en plena época del AOR , los mullets y las pelis de Mel Gibson, con el que comparte mullet y querencia por el bebercio, además de orígenes australianos (aunque no de nacimiento). total, que firma con Geffen, y con las colaboraciones de músicos de primera, como Charlie Sexton, Kim Carnes y Mick Fleetwood, graba su primer disco para el mercado yankee, que se llama "For The Working Class Man", y se compone de cinco temas nuevos, y canciones remezcladas de su primer disco, "Bodyswerbe". entre los temas nuevos destaca el que da título al disco, compuesto junto con el bajista de Journey, Jonathan Cain.



Este disco sería lanzado al resto del mercado internacional, con el título "A Week Away From Paradise".

En el año 87, vamos, hace ahora 25 añitos, sacaría otro discazo, con el que le descubrí, por cierto, llamado "Freight Train Heart", con una producción de lujo, aunque muy de la época, y con más temas coescritos con Jonathan Cain, que ahondan en la vena AOR del australiano, con la producción de Cain y de Desmond Child, que ayuda en la composición de "Waitin ' For The Heartache", y Joe Lynn Turner, que escribe junto a Child, "Walk On" Jim Vallance, otro nombre de peso en este tipo de producciones, también echa un cable en los temas, así como viejos colegas de Australia, como el batería de INX, Jon Farris y Chris Bailey y Rick Brewster, de The Angels, o la armónica de Huey Lewis, que se puede escuchar en "I Wanna Get Started With You". También colaboran Wendy Matthews y David Glenn Eisley, de los Giuffria. Este disco, si te gusta el AOR, ya estás tardando en pegarlo una escucha. Además, tiene la crudeza del pub rock australiano, realizando una curiosa mezcla que hace que el disco no caiga en lo empalagoso. Comercialidad y fuerza, y además, con temazos. A partir de este disco, me hice fan de la música de este hombre.



"Two Fires" es el disco con el que entra en los 90. Más comercial que el anterior, pero también de una calidad exquisita, y con colaboraciones de lujo: Brian Setzer, de los Stray Cats es la más destacable, además de dos miembros de su familia, su hijo Jackie Barnes a la batería, y Mahalia Barnes, su hija a los coros. Por supuesto, le sigue ayudando en las composiciones, Desmond Child, y se une otro song doctor de lujo, que es Holly Knight.

Pero ya se sabe, que en los 90, esta música tiene poco que hacer, cuando entra en escena Seattle y el rock alternativo. Por lo que Barnes se ve eclipsado en su asalto al mercado yankee, y tiene que refugiarse en Australia, donde sigue siendo el más grande, junto con AC/DC.



Así que, libre de las presiones de tener que triunfar, y libre de tener que comercializar su sonido, reorienta su carrera hacia uno de sus estilos favoritos, que no es otro que el soul, y en el 91, saca el increíble "Soul Deep". Muy del estilo de Glenn Hughes, cuando también le entra la vena soulera, es una delicia escuchar la voz de este hombre, en sus tonos más negroides. Versiones acojonantes de clásicos de Sam & Dave, Martha And The Vandellas, o Jackie Willson, con duetos de infarto como el que se monta con Johnny Farnham en "When Something Is Wrong With My Babe" de Sam & Dave. Vamos, todo un regalo para los oídos, y un disco ideal para adentrarse en el soul de Stax y la Motown.



En el 93, publicaría "Heat", en un rollo funk-hard, bastante curioso. Solo por el tema con el que empieza, "Sweat It Out", ya merece la pena la escucha. Aunque la stoniana "Wheels In Motion" tampoco se queda atrás, o la funkie "Stand Up", o el baladón ""Something's Got a Hold", vamos, un disco cojonudo en el que sigue demostrando que todavía sabe rockear, y que le queda de maravilla ese toque funk y Stones, que tiene cada tema.



Ese mismo año, nos sorprendería con un acústico en el que repasa su carrera hasta entonces, llamado "Flesh and Wood", y que es, como era de esperar, acojonantemente bueno. Una pasada escuchar su voz acompañada de guitarras acústicas, violines y poco más. Y encima acompañado por artistas de la talla de Joe cocker, Ross Willson, o Deborah Conway. Un discazo con mayúsculas. su versión del clásico de The Band, "The Weight" es de quitarse el sombrero.



"Psyclone" sería su disco del 95. El tema que lo abre, "Used To The Truth", en un mundo justo, hubiera arrasado en los charts de medio mundo. Pero bueno, fue número 2 en Australia, donde le seguían adorando las masas. "Spend The Night" era otro single en potencia, al igual que "Change Of Heart", un baladón con toques sureños, o "Stumbling" my en plan AC/DC, hasta en la manera de cantar de Barnes, o la bluesera "Mirror Of Your Soul". Otro disco bastante majo y resultón para la colección.

"Love And Fear", su disco del 99, a pesar de esa portada que sugiere un rollete más intimista, empieza de manera sorprendentemente cañera, y hasta con toques modernillos en la producción, con el tema de título homónimo. Cosa que sigue en su siguiente tema, "Time will Tell", aunque luego sigue una maravilla soul como es "By The Grace Of God", a la que le sigue "Thankful For The Rain", y luego vuelve el rollo modernete pero con toque funk en "Temptation". A partir de ahí predomina el rollo soul-funk, donde se le ve en su salsa con la voz, y suena de maravilla. Gran disco, que acaba con la caña de "Sorry".

"Soul Deeper" vendría a ser la continuación a "Soul Deep", como ya el título indica. Vuelta a las versiones brillantes de clasicazos del soul de la talla de Willson Pickett, Aretha Franklin, pero esta vez, metiendo también clásicos del rock como el "Rip It Out" de Little Richard, una colosal cover de "I Put A Spell On You" de Screamin' Jaw Hawkins, el "(Money) That's What I Want" de los Beatles, o el "All The Young Dudes" que compusiera Bowie y que inmortalizaran Mott The Hoople.



Sacó tres discos más en la década siguiente, "Double Happiness", "Out In The Blue", "The Rythym And The Blues" y "Rage And Ruin" ya en el 2010, pero por desgracia, no he tenido el placer de escucharlos, aunque lo haré, y actualizaré este artículo cuando lo haga en breve, que imagino que seguirán manteniendo el nivel de creatividad y buen gusto de este gran cantante. Pero lo que sí que he escuchado es su proyecto de hard & heavy junto a Bo Daisley, Lee Kerslake, Steve Morse y Don Airey. El proyecto se llamaba Living Loud, y en él, interpretaban curiosas versiones de los temas que Daisley y Kerslake compusieron para Ozzy Osbourne, además de otras cosas. Sacaron un disco y un directo, que sonaba de maravilla, dicho sea de paso.




Por supuesto, como toda estrella que se precie, Barnes también ha grabado sus discos en directo, faltaría más. en el 88 grabó "Barnestorming", que es un documento sonoro de lo grande que era este tío en directo en esa época, y en el 2001, publicó "Raw", que demuestra que sigue estando en una excelente forma vocal.

Y colaboraciones, tiene unas cuantas. Desde Tina Turner, pasando por Glenn Hughes, hasta la más reciente, con Joe Bonamassa.



Así que, ya saben, si les mola el AOR, el rock stoniano con toques funkies, el hard rock australiano con sabor a pub, o el soul, y no han escuchado todavía a este hombre, ya están tardando. Jimmy Barnes. El secreto mejor guardado de las Antípodas.