3/28/2016

SAD WINGS OF DESTINY



Este mes se cumplen cuarenta años de uno de los discos seminales del heavy metal tal y como lo conocemos hoy. El segundo disco de Judas Priest con el sello Gull, puliría las influencias palpables de Black Sabbath que mostraban en "Rocka Rolla", e iría afianzando un sonido que sería marca de la casa e iría haciéndose más personal disco a disco, redefiniendo el heavy metal y marcando el camino a seguir a montones de grupos posteriores. Nadie en 1976 sacaba ese sonido a las guitarras, ni sonaba así de rápido, afilado y poderoso, como hacían los de Birmingham en temas como "Tyrant", "The Ripper", "Island Of Domination", "Deceiver", en la que todavía se nota la influencia de BS en ese riff tan similar al de un "Children Of The Grave", o  "Genocide", Y qué decir de la amplitud de registros mostrada por Halford a lo largo de todo el disco. Desde los más melódicos en la preciosa "Epitaph" que recuerda sobremanera a los Queen de esa misma época, con ese piano y los coros, y la no menos enorme "Dreamer Deceiver", hasta los agudos imposibles al final de "Tyrat", o esa subida de registros en uno de los temas que se covertiría en imprescindible en directo (al igual que "The Ripper") como es la épica "Victim Of Changes".

Uno de los discos imprescindibles de la historia del heavy metal.