En su primera toma en directo con las audiencias británicas, a principios de los 80, los de New York tuvieron la difícil papeleta de abrir para Motorhead, y estaban acojonados de cuál podría ser la reacción de los cafres fans de la banda de Lemmy, al ver a unos tipos vestidos de dragqueens carcelarias. Pero dejemos que lo cuente Dee Snider:
“Fuimos advertidos acerca de la potencial reacción, y nos estábamos cagando. Una vez vistiéndonos en el camarín, entró Lemmy con una proposición no solicitada que nos voló la cabeza. Quería introducirnos.
“Hasta el día de hoy, no estoy seguro porque Lemmy fue tan amable. Quizás haya sido por su atípica forma de ser, una de las razones por la que es tan querido”.
Cuando Twisted Sister, subió al escenario, los fans de Motörhead tuvieron una reacción negativa, arrojando todo tipo de “misiles” al escenario, hasta que apareció el héroe.
“El público se paralizó”, dice Snider. “Lemmy dijo: ‘Estos son mis amigos de Estados Unidos. Escúchenlos’. Eso fue suficiente”.
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