10/29/2014

CAMBIOS PATÉTICOS

OZZY OSBOURNE
"THE ULTIMATE SIN"






Corría el año 86, en pleno apogeo del metal popero de laca y postureo de Ratt y compañía, cuando el Madman, o quizás su esposa y mánager, decidió que tenía que competir con el hair metal, y pidió a Bob Daisley, que le compusiera la mayoría de los temas, del que sería el disco más pachanguero que jamás haya grabado Ozzy. Temas que les salva la guitarra de Jake E. Lee, que ya demostró su talento en el anterior disco, el extraordinario "Bark At The Moon", pero que por lo demás, no les salva ni el bajo de Phil Sousan, ni la batería del gran Randy Castillo. La producción apachanga y horteriza la mayoría de las coplas que aquí suenan de muy mala manera, muy al gusto de la moda imperante. Lo que es imperdonable en un tío que estaba demostrando su propio estilo en solitario con sus anteriores obras. Sobre todo con las dos primeras con Randy Rhoads. Casi todos los temas tienen una base rítmica similar, que se repite como el chorizo, salvándose "Shot In The Dark", que fue un pelotazo, y de hecho, la ha seguido interpretando en directo, y "Secret Loser". El resto suenan casi idénticas en su patrón, con la excepción de la balada épica "Killer Of Giants", que siempre me pareció un temazo. "Thanks Good For The Bonb", parece una mala copia de Van Halen, de los que fusilaron el riff inicial de "Ain't Talking About Love", "Fool Like You" es mero relleno, y "Lightning Strikes" es de lo poco que se libra de la quema (sigue siendo una copia de Van Halen, pero suena bien). El resto, de lo mediocre a lo chungo, y palidece ante sus anteriores y muchos de sus posteriores discos.

Por no hablar del cambio de look que tuvo en la gira del disco. Como él bien dice, un cruce entre una drag queen y un camionero, con esos megacardados y esos guardapolvos que le hacían parecer una versión con sobrepeso de Michael Monroe o el cantante de Stryper. Vale que la imágen nunca ha sido la fuerte de Ozzy, pero las pintas estas, superaban de largo el ridículo de cuando llevaba el melón afeitado y llevaba la malla esa colorada con el braguero de cuero encima, que ya era de por sí estrafalario. Yo hubiera pedido el divorcio de Sharon desde ya, pero claro, en plena época de drogadicción y alcoholismo, nuestro Madman, no debía ser consciente del asunto.

Afortunadamente, la época hairmetalera de Ozzy terminó en el siguiente disco, en el que reclutó a Zakk Wylde, el "No Rest For The Wicked", disco muy infravalorado por mucha gente, pero que a mí me parece mucho mejor que el "Ultimate...", y además, fue la antesala de uno de sus mejores trabajos, que fue el "No More Tears".