4/28/2012

THE SHIELD

"Nadie que viva en este país, puede estar tan limpio".
Vic Mackey (Michael chiklis)


Llevaba ya tiempo queriendo escribir acerca de esta serie, sobre la que doy el coñazo en cuanto puedo, a todos cuantos me rodean. Y es que, no es para menos, porque,  esta obra maestra de la televisión, me parece, junto a "The Sopranos" y "The wire", una de las mejores series  de televisión que se han hecho en los últimos años.

Su creador, Shawn Ryan, desde el arranque de la primera temporada, a primeros de la década pasada, nos narra con un estilo totalmente realista, con mucho plano de cámara al hombro, el auge y caída de Vic Mackey, uno de los villanos más carismáticos de la historia de la tele, con su grupo de asalto, sin bajar la intensidad durante las siete temporadas, en las que nos metemos de lleno en todo el pudridero de bandas, asesinos en serie, corrupción política y policial y demás, que abunda en el imaginario distrito de Farmington.

Con un Michael Chiklis que interpreta con una maestría fuera de serie, al protagonista principal, pero acompañado de todo un elenco de actorazos, entre los que está Jay Karnes, interpretando al detective "Dutch" Wagenbagh, el blanco de todas las burlas en la "cuadra", que es así como se le llama a la comisaría en la que día a día, este honrado y eficiente detective, experto en asesinos en serie, tiene que soportar todo tipo de humillaciones de sus compañeros. Este hombre, junto a su compañera, la detective Claudette Wyms (CCH Pounder) representan la honradez, en medio de toda la mierda que les rodea, lo que les ocasiona más de un problema con las altas esferas. El capitán Acebeda, de las tres primeras temporadas(Benito Martínez), tendrá más de una discusión con Claudette. Acebeda, también odia a Mackey y repudia sus métodos y corruptelas, pero más que policía, es un político -de hecho, su aspiración es ser concejal y en un futuro, alcalde- por lo que, no duda en utilizar a Mackey, y hasta establecer alianzas con él, cuando le conviene.



Vic Mackey es el líder del Equipo de Asalto. Un grupo especialista en bandas, en el que le cubren las espaldas, el redneck tejano Shane Vendrell (Walton Goggins), paleto y racista, y una figura trágica a lo largo de la serie, que acabará por ser el reflejo de Mackey, Curtis Lemansky (Kenny Johnson) que es la conciencia del Equipo de Asalto, lo que pagará muy caro. El único que tiene remordimientos por todas las movidas en las que se meten. Ronnie Gardocki (David Rees Snell), al principio no tiene demasiado protagonismo, pero lo va cobrando a medida que avanza la serie. Es el informático del equipo, y acaba traicionado de mala manera por Vic.

Y Vic Mackey, pues es un superviviente nato. Por su familia, y por conservar la placa, ya que son las dos únicas cosas que tiene, hará lo que sea. Si eso implica matar a otro poli, atracar a la mafia armenia, o lo que sea, no se lo pensará dos veces. Policía efectivo, cuando se lo propone, su crueldad para con los criminales, es directamente proporcional a su amor por su familia, a la que quiere a su manera, claro está. Ya que los cuernos de su mujer (Cathy Cahlin Ryan) son del tamaño de las montañas rocosas. A lo largo de esas siete temporadas, vemos y aplaudimos cómo saca a hostia limpia a un pedófilo el paradero de una niña a la que ha secuestrado, tras la frase "El poli bueno y el poli malo, acaban de salir por la puerta. Yo soy un tipo de poli diferente", cómo permite que un perro desgarre los huevos a un violador, y mil lindezas más. También le veremos hacer tratos con los One Niners, los los Byz Lats, los Profetas, y todo tipo de bandas y mafias, rusas, negras, latinas, coreanas, etc. También le veremos enfrentarse a temibles villanos como Armadillo, Margos, el spsicópata de la mafia armenia, que deja un reguero de cadáveres sin pies por el asalto al tren del dinero, interpetado por Kurt Sutter, guionista de la serie, y posteriormente, guionista y productor de "Sons Of Anarchy", y enfrentarse también a las corruptelas de sus superiores, como su amigo y protector Ben Gilroy (John Diehl), que acaba jodiéndole, y lógicamente, Vic acaba jodiéndole a él, o incluso enfrentándose en un brillante tour de force, con el agente de asuntos internos el teniente John Kavanaugh,  interpretado por un enorme, en todos los sentidos, Forest Whitaker, en una acojonante quinta temporada, en la que no sólo Vic se sale con la suya, sino que hunde la carrera del teniente en la temporada siguiente.


Pero no sólo éstos son los personajes que van y vienen por la "cuadra", antigua iglesia reconvertida a comisaría, en la que, a modo de metáfora, el servicio siempre está estropeado, salvo en la cuarta temporada, cuando se hace cargo del mando la capitana Rawling, interpretada por Glenn Close, en la que el equipo de asalto se mantiene limpio, baja la delincuencia gracias al programa de confiscaciones que lleva a cargo la capitana, y se vuelve a estropear cuando ésta es destituida por las altas instancias, porque eso de poner el comunismo, aunque sea en un distrito, no está bien visto. Como decía, no son solo los que he comentado, los únicos agentes de la comisaría, sino que la serie también nos enseña a otros agentes como son el detective Billings (David Marciano), buen detective, aunque escaqueado, cobarde y rastrero como pocos, que se deleita con bromas especialmente crueles hacia Wagenbach, y en la temporada en la que es capitán en funciones, demuestra ser un incompetente y un vago de cojones, no como la eficiente agente "Danny" Soffer(Catherine Dent), una poli de pies a cabeza, que ha mantenido algún affair amoroso con Mackey, y que también se convierte en víctima de los manejos del equipo de asalto en algún momento, y el agente Julien Lowe (Michael Jace), un recto poli, y muy buena persona, al que su homosexualidad latente, que no quiere admitir, por sus creencias religiosas, le hace malas pasadas, y objeto de alguna putada por parte de compañeros de la comisaría.

Pues todo esto es "The Shield", y mucho más. si ustedes se la han perdido, ya están tardando en echarle una ojeada. Tiene uno de los finales más acojonantes de la historia de la caja borde, pero no se lo voy a desvelar.

4/24/2012

A MÍ NO ME HA HECHO NADA ARGENTINA

Escucho en la radio, que Repsol, una puta empresa privada, como si de un Estado se tratase, va a emprender represalias contra cualquier empresa que haga negocios con YPF. Escucho también, a la trotona de Pontevedra, decir a todas horas, que si Argentina perjudica a los españoles, que si esto no se puede tolerar, que si patatín patatán, enarbolando un patriotismo vacuo y populista de opereta, que habrá mermados mentales que se lo crean y todo. Escucho también a los medios de comunicación, como empresas privadas que son, manipular y colaborar en esta campaña cerril contra Argentina, por atreverse a apoderarse de su propio petróleo, así como a los medios de comunicación PÚBLICOS, entrando en la fiesta, apoyando ciegamente el neoliberalismo más colonial.

Muy bien, caballeros. Pues le diré que a mí, como a una inmensa mayoría de ciudadanos que no jugamos a la bolsa, Argentina no me ha hecho nada. A mí, quien me jode es Angela Merkel y Sarkozi, cuando someten al gobierno que, en teoría tendría que mirar por nosotros, a sus dictados, pasándose por los cojones nuestra soberanía. A mí quien me jode, son las empresas como Repsol, cuando tributan una miseria aquí, y el resto de sus beneficios van a parar a paraísos fiscales. Quien me toca los cojones, son unos mercados desregulados que chantajean a países enteros jugando al casino, con las vidas de millones de personas. Quien me jode son gobiernos que sirven solo a los intereses de las elites, y están más que dispuestos a hundirnos en el estiércol, como hacen ustedes. A mí, quien me hace daño, es la CEOE, el FMI, el BCE y demás organizaciones mafiosas y terroristas, cuando pretenden acabar con el (pobre) estado de Bienestar y los derechos laborales por los que luchó mucha gente en el pasado. A mí, quien me da por el culo es la iglesia católica, cuando mientras que a los demás nos piden sacrificios, ellos, además de querer imponer su puta mierda de control social a una población que ni de lejos seguimos su dogma engañabobos, no rinden cuentas sobre sus abusos a menores, no pagan impuestos, pueden apropiarse de inmuebles públicos, y gozan de enormes privilegios gracias a un concordato que ningún partido (hola PSOE) ha tenido los huevos de romper de una vez por todas. A mí, quien me jode es un monarca senil, que nos vino en el lote en este fraude de "democracia", heredado directamente del anterior genocida, que vive como rediós, nos cuesta un pastón, y mientras nos habla en navidades de arrimar el hombro, y nos dice que no duerme pensando en los parados, para conciliar el sueño, se va en safaris, pagados con nuestro dinero, o aceptando el soborno de empresarios que se los pagan, y luego nos salen por un pico sus operaciones de cadera.

Estos son mis enemigos. No Argentina.

4/14/2012

CAMBIOS DE ESTILO, QUE SENTABAN COMO EL CULO (1)

Hay gente que nunca ha digerido que bandas como Kiss hicieran un álbum de grunge, o que Gary Moore se pasase al blues, o peña que no le gusta lo nuevo de Europe, porque suena más bluesero. Bueno, todos nos hemos decepcionado alguna vez, cuando nuestros artistas favoritos cambian de registro, bien por evolucionar, o bien por conseguir una meta comercial, atrayendo a nuevo público, o adaptando su sonido a la moda del momento. O bien porque sencillamente, les sale de la entrepierna, ya que como artistas que son, no tienen por qué encasillarse para complacer a sus fans más talibanes. Unas veces, ese cambio sienta bien al artista, y otras, queda  postizo, artificial y ridículo. Claro que también estas apreciaciones, como es natural, dependen del criterio y gusto del oyente.

Pues bien, hoy me apetece empezar una serie de artículos sobre  ejemplos del segundo grupo. Artistas que decidieron cambiar su estilo, y fracasaron a lo grande. Empezamos.

BLACKFOOT

Corría el año 83, cuando una de mis bandas sureñas favoritas estaban arrasando con su disco en directo "Highway Song Live", publicado el año anterior, que cerraba con broche de oro una carrera increíble de 5 discazos como cinco pinos de grandes. Pero he aquí, que la compañía discográfica, suponemos que queriendo que la banda compitiera con las ventas de unos Foreigner o Journey de por entonces, y viendo que si amariconaban lo suficiente al cantante, podría quedar resultón como frotman guaperas, empezaron a liar al amigo Medlocke con lo típico. Nos imaginamos esas reuniones con ejecutivos, y éstos diciéndole: "Tío, tú eres el que vale del grupo, los demás son muy feos, tenéis que sonar más comerciales que ya no estamos en los 70" y perlas por el estilo, y un Medlocke eufórico por la cuesta arriba en la que estaban, empezando a creérselo. Estas cosas pasan.

La primera andanada hacia sonidos comerciales en la banda, fue con el disco de ese año. En "Siogo", aparte de la incorporación del exUriah Heep, Ken Hensley a los teclados, ya se empieza a notar que la banda ya no practica ese hard sureño abrasivo del pasado, tan influenciado por Free. Con todo, solo por temazos como "Send Me And Angel", "Heart's Grown Cold", la heavylona "We're Goin' Down", que recuerda un poco a Ted Nugent, o la comercial "Teenage Idol", ya se salva el experimento de la quema. Lo peor vendría en el siguiente disco.

Porque con "Vertical Smiles", si consiguieron atraer a fans de Foreigner o Styx, lo que es a los pocos que conservaban de su anterior época, acabaron por echarles del todo. Desde la insulsa versión del clásico "Morning Dew" (compárenla con el pedazo de cover que de la misma hacían los Nazareth, si hay huevos), esa cacota con... ¡sintentizadores! ¡en un disco de Blackfoot! que se llamaba "Living In The Limelight", que es una copia manguta de Billy Squier, que no hay por dónde coño cogerla, ese tema popero de "Young Girl", otra vez con los putos sintetizadores de fondo, "A Legend Never Dies", que parece un tema poco inspirado de Survivor, casi todo el disco es un cúmulo de despropósitos de sonar lo más moña y AORero posible, pero falto de personalidad y de pelotas. Las únicas excepciones, "Ride With You" que suena muy remotamente a los Blackfoot clásicos, aunque con una producción tan ochentera y hortera que destroza lo bueno que tiene la canción, "Get It On", que no suena nada a Blackfoot, pero al menos, si no fuera por la dichosa producción con sintentizadores y baterías electrónicas, sería un buen tema de hard rock, y la baladilla de "Summer Days", que con todo, queda como poca cosa si la comparamos con temazos lentos del pasado como "Diary Of A working Man". "Heartbeat  And Heels" es otro tema que con otra producción hubiera mejorado bastante, la verdad. Al igual que "In For The Kill". Vamos, que no es de extrañar que después de este descalabro, toda la banda le dijera al rubio teñido guitarrista y frontman, "ahí te quedas, majete".



Así que, ya solo sin sus compis, a Medlocke se le va la olla del todo, y ficha prácticamente a todos los Mother Finnest al completo, llamando a la cosa, Rick Medlocke And Blackfoot, y sacando el producto en el 87. Debería ser hermoso ver la cara de los rednecks que comprasen el disco y vieran a Medlocke en la foto de contraportada, con sus nuevos compis de color, más que nada por la cantidad de garrulazos a los que atrae el southern allí por el sur de los USA. Solo por eso, y porque en un principio, el incluír sonidos negros en su estilo, puede romper prejuicios y aportar algo curioso, la cosa sonaba interesante, todo hay que decirlo. La portada es también para enmarcar con un Medlocke a modo de David Lee Roth de la América profunda. El contenido, pues, es ... cuanto menos, raro. Mother Finnest eran, y siguen siendo una gran banda, pionera en mezclar el hard rock con el funk, integrada en su mayoría por músicos de color, y claro, el disco tiene ese ramalazo funkoide, pero una vez más, la producción AORiza más de lo deseable el resultado, y no queda prácticamente nada de la mala leche y las guitarras incendiarias que queremos escuchar de Rick Medlocke o de Blackfoot. Mother Finnest tienen discos mucho más potentes que éste. Las baladas son cada vez más empalagosas y amariconadas, parece que esté uno escuchando a Starship, cuando escucha esa pastelada de "Closest Thing To Heaven", o "Sylent Type". el problema no es que sean malos temas. Es que son temas que quedarían de puta madre en una Tina Turner de aquella época, o en cualquier artista de AOR para yuppies de por entonces. No para este tío. "Reckless Boy" es algo más cañerilla, pero se queda en un intento, y al final parece una sintonía de la vuelta ciclista en lugar de un cañonazo hard rockero. Así que, tenemos un disco mejor que el anterior, pero que no es Blackfoot ni de coña. "Private Life", "Steady Rockin'",  y " Rock 'N' Roll Tonight" son de lo poco que se salva, aunque mejorarían con otros arreglos y otra cosa.

En la siguiente década, intentaría recuperar la dignidad perdida, y reconducir su carrera, grabando "Medicine Man" y "After The Reing" Discos correctitos, uno más hard rock y otro más bluesero, que le hacen volver a la senda que nunca debiera haber abandonado, aunque ya sin sus compañeros de la formación clásica, la cosa no tiene el fuelle del pasado. Afortunadamente, le volvieron a reclutar los Skynyrd, y hay sigue dándonos de nuevo alegrías a sus fans.

4/08/2012

THE ROLLING STONES


"Su eclosión llegó cuando la BBC ofreció a la Blues Incorporated un espacio en su emisión de radio Jazz Club del jueves 12 de julio de 1962. Pero la BBC sólo tenía presupuesto para cinco músicos, y el productor no quería a Mick de ninguna manera, porque se trataba de una emisión de Jazz. Desde que Korner no podía hacer su actuación de los jueves en el Marquee, Harold Pendleton tuvo que buscar un nuevo número. Contrató al conjunto de Long John Baldry, pero se dejó convencer por Brian de emplear a su nuevo conjunto para tocar entre los pases de Baldry. El pánico cundió cuando Brian se dio cuenta de que no tenían amplificadores lo bastante buenos para una actuación pagada, así que Mick le pidió prestado a su padre para poder alquilar algunos amplificadores baratos marca Harmony, y Brian pudo obtener una guitarra eléctrica de segunda mano Harmony Stratotone.
Cuando Pendleton le dijo a Brian que el conjunto necesitaba un nombre para los anuncios, Brian dijo "The Rolling Stones", del clásico de Muddy Waters "Rollin' Stone". Stu odiaba el nombre ("suena como una compañía de jodidos acróbatas irlandeses"), pero se quedó. Para consternación de Brian, el anuncio para la actuación decía: "Mick Jagger And The Rollin' Stones"".

                                                             Stephen Davies: Roling Stones. Los Viejos Dioses Nunca Mueren


Ayer se cumplieron 50 años del nacimiento de una de las dos bandas que cambiarían para siempre la música popular. Al igual que la otra banda, los Beatles, los Stones han sido la influencia para mucha música posterior, y el rock no sería igual sin ellos. Celebrémoslo pues.