4/27/2013

KISS ACE FREHLEY

Hoy cumple años mi miembro favorito de Kiss, Space Ace. Y para celebrarlo, además de pincharlo, me apetece escribir sobre el disco en solitario que publicó en el 78, cuando los Kiss decidieron cada uno hacer un trabajo así, en solitario, siendo el de Ace y el de Paul Stanley, los que más agradaron a los fans, en comparación al de Peter Criss, demasiado Beatle para los fans kisseros, y el de Gene Simmons, demasiado "raro" siendo benevolente. El de Paul Stanley, demostraba sus tendencias AOR, y el de Ace Frehley, demostraba quién era el bando rockero en la banda. Porque era eso, el disco más rockero de los cuatro. El rock&roll potente arrancaba con "Rip It Out", con la poderosa batería de Anton Fig, y el potente riff inical de Ace, seguía en la tremendamente boogie y contagiosa "Speedin' Back To My Babe", la ¿autobiográfica? "Snowblind", la cadencia blues de "Ozone", "What's On Your Mind?", y "Wiped Out", con otro riff y otra batería cojonudos. Los medios tiempos vacilones, molones y más pegadizos que el chicle eran el tema de Russ Ballard "New York Groove", con un rollo muy Bo Didley, y que no sería el único tema que Frehley versionearía del famoso músico y compositor, y "I'm In Need Pf Love". Y el disco cerraba con la épica instrumental "Fractured Mirror". Lo dicho, un disco netamente rockero, que anima cualquier mal día, y que no ha envejecido nada mal.

4/19/2013

CELEBRACIONES "SABBATHICAS"

En primer lugar, celebraremos la aparición del primer tema de adelanto de lo que será el nuevo disco de los Sabbath, de nuevo con Ozzy a la voz, que se llamará "13". El tema en cuestión, tiene un nombre más que apropiado para la situación actual del mundo. "God Is Dead?". Y suena, con todos los ingredientes de lo que uno espera de un trabajo de Iommi, Buttler y Cia. Y, en segundo lugar, queríamos celebrar el cumpleaños de Tony Martin, hombre cuyo nombre será siempre ligado a la historia de esta banda. Gran cantante, aunque tuviera la mala suerte de estar en una época especialmente difícil para Black Sabbath, que se tradujo en que los discos que éste grabó con ellos, en su momento, no estuvieran lo suficientemente valorados. No era la época de Ozzy, en la que la banda creó su sonido característico, ni la de Dio, en la que se adaptaron al heavy metal que reinaría en los 80, y Tony estuvo en una época continuista de esta última, con su gran parecido vocal a Dio (algo de lo que no da la impresión que él sea responsable directo, si uno escucha la edición de "The Eternal Idol", en la que aparecen las demos con Ray Gillen a las voces. Parece ser que Tony Iommi andaba buscando este tipo de registro), lo que, en los 90, en plena era grunge, a las masas, por la idiotez de siempre, les parecía desfasado. Si a esto contamos, que el hombre no es que gozase de mucho carisma comparado con los otros dos vocalistas, y de que Black Sabbath tuvieron serios problemas de promoción y compañías discográficas en esos años, llegando a putear a Martin, volviendo a meter a Dio para el fallido "Dehumanizer", para luego volver a meter a Martin, grabando un enorme "Cross Purposes" que nos compramos cuatro, y volviéndola a cagar con el intento de encajar en la época que fue "Fordibben", o la elección de clips y singles como "Feels Good To Me", nada representativos de lo que es Black Sabbath, tenemos el cuadro completo. Todo esto eclipsó en esa época, que el gran público viera la brillantez de discos como "Eternal Idol", "Headless Cross", "Tyr" o "Cross Purposes". Afortunadamente, estos discos son muy reivindicados por mucha gente de mi quinta, y público metalero más joven que los ha descubierto, o esa es mi impresión. A día de hoy, Martin graba buenos discos en solitario, pero siempre le ha faltado ese punch definitivo para pasar a la primera fila y el reconocimiento que merece, en mi opinión.

4/18/2013

WHEN ROCK MEETS REGGAE

Quizás los más jóvenes de la casa no lo sepan, pero, hubo una época, concretamente, a finales de los 70 y principios de los 80, en la que esta música procedente de Jamaica, era popular hasta decir basta. A partir del éxito de Bob Marley y Peter Tosh, y posteriormente, del de Police, el reggae se extendió como la malaria, y, por supuesto, influenció a muchíiiisimos de nuestros artistas rockeros favoritos. Hay que decir, que la numerosa colonia jamaicana que vive en Inglaterra desde tiempos inmemoriales, y el movimiento mod, que se empapaba bien agusto de reggae, rock steady, ska y northern soul, algo tuvieron por supuesto qué ver, ya que muchos músicos ingleses fueron mods antes que frailes. Pero el detonante definitivo, a mi modo de ver, está en los tres mimbres que he colocado ahí arriba.

Así, todo un EricClapton, en el que quizás sea su mejor disco en solitario, "Slowhand", juega con el género con "I Shot The Sheriff", que se convertiría en un clásico imprescindible en los directos del exBluesbreakers/Yardbirds/Cream.




Aunque, un exponente anterior de todo esto, como me ha apuntado un colega del Facebook, lo tenemos en ese "D'yer Mak'er" que grabasen Led Zeppelin en su "Houses Of The Holly". Los Zeppelin tocaron todos los palos habidos y por haber, y éste no iba a ser menos tocado.



Pero no acaba ahí la cosa. Cuando Keith Richards descubre Jamaica, sus sanas costumbres de fumar porros como zeppelines, y el reggae, para allá que va a instalarse a vivir, haciéndose colegui de Peter Tosh y toda la comunidad rasta, hasta acabar por los cerros de úbeda, pero esa es otra historia (aunque muy divertida también). Llegó a intentar grabar a los rastas en un disco, pero la cosa salió bastante mal. Y en sus discos en solitario con los Xpensive Winos mete siempre algo de reggae. No en vano, en el 77 ya hizo migas con el cantante jamaicano Justin Hinds, y montaron un grupo llamado Winged Angels, publicaron un disco en el 97, y parece ser que Keith Richards tiene pensado editar material inédito, que quedó sin publicar tras la muerte de Hinds en el 2005.





El hard rock y el heavy metal, tampoco se libran de la influencia del reggae. Si no, ¿A qué suena ese comienzo (sólo el comienzo, ojo) de "The Rage", tema que venía en uno de los clásicos de entre los clásicos de Judas Priest, el "Brittish Steel"?



Hasta Canadá llega el influjo de la música fumeta por antonomasia, y ahí tenemos a todo un Pat Travers versioneando a Bob Marley.



Y no nos podemos olvidar de Rush, en la época en la que ellos mismos admiten que estaban muy influenciados por The Police.



En el hardcore también tuvo su hueco el reggae. Su máximo exponente, los Bad Brains, que tan pronto te tocaban auténticos cañonazos, como les daba el momento porrero y te hacían cosas como ésta.




El exgunner Izzy Stradlin, como buen discípulo de Keef, también de vez en cuando se pone pesadito, y entre su durososo rock&roll, te endiña de vez en cuando alguna tonadilla con aires jamaicanos. Hasta versiones de Toots & The Maytals.




Así que, ya ven. El poder letal del reggae, hubo una época, que estaba por todas partes.



4/04/2013

RECORDANDO A MUDDY WATERS

Hoy se cumplen cien años del nacimiento de uno de los más grandes e influyentes bluesmen de todos los tiempos. Para celebrarlo, recordaremos algunos hechos que rodearon a Muddy Waters, que serían claves en la historia del blues, y del rock por añadidura.

1941: ALAN LOMAX, GRABA A MCKINLEY MORGANFIELD

Ese es el año en el que Alan Lomax, grabaría para sus fondos sonoros de la Biblioteca del Congreso, a nuestro hombre, como haría en aquella época con muchos bluesmen rurales del Delta del Misisipi. Lo haría en la plantación de Stovall, a la que Muddy se trasladó a vivir con su abuela, cuando tenía tres años, procedentes de Rolling Fork. Al principio, Muddy Waters pensó que Lomax era un poli que venía a trincarle por sus trapicheos con el alcohol, el cual destilaba ilegalmente, pero pasado el susto incial, Waters accede y registra dos temas para Lomax. Nunca se publican estos dos temas, pero un año después, vuelve a grabar para Lomax, acompañado de otros músicos de la zona. Estas grabaciones aparecerían años después publicadas en el disco "Down On Stovall's Plantation".


 





 1943: MUDDY WATERS SE TRASLADA A CHICAGO


 Como muchos negros del sur, Muddy Waters se traslada a Chicago, y allí, es apadrinado por otro ilustre bluesman, llamado Big Bill Broonzy, y le consigue trabajo en la banda del harmonicista "Sonny Boy" Williamson, en calidad de guitarrista de acompañamiento. En esta banda, Muddy empieza a destacar muchas noches, teniendo que cantar y llevar el peso de la banda, por las borracheras del amigo "Sonny Boy". Ya empieza a tener un nombre entre el público de los garitos de blues de la ciudad.

 1944: ADQUIERE SU PRIMERA GUITARRA ELÉCTRICA

 Sería su primo Joe Brant, quien regalándole su primera guitarra eléctrica, pusiera ese ladrillo en el edificio del blues y el rock. Una vez electrificado, Muddy monta su banda propia, en la que estaría el mismo Jimmy Rogers, y no para de actuar en el circuito de blues de Chicago. Su fama corre de boca en boca, hasta que es fichado por el sello Chess, haciendo sus primeras grabaciones para dicha casa, en 1948. En esas grabaciones, sólo le acompañaría un bajista, Big Crawford, y no sería hasta 1950, que pudo grabar con su banda. De estas primeras grabaciones, salen dos clasicazos de su carrera, que son "I Can't Be Satisfied" y "Feel Like Going Home". Con Chess seguiría grabando un buen puñado de años, hasta el 77, y de ahí saldrían temazos de la categoría de "Mannish Boy", "Got My Mojo Working", "She Moves Me", y los que les compondría Willie Dixon, como "I'm Ready", "Hoochie Coochie Man" o "I Just Want To Make Love To You".


 


 1964: ENCUENTRO DE LOS ROLLING STONES Y MUDDY WATERS


 En ese año, los Stones cumplieron uno de sus sueños, que era grabar en los estudios en los que habían parido sus obras, la mayor parte de sus ídolos, incluído el hombre al que le debían el nombre de su banda, por una de sus canciones, y he aquí que cumplieron otro de sus sueños, sin proponérselo, al, según cuenta la leyenda, encontrarse con el mismísimo Muddy Waters pintando el techo del estudio. Por supuesto, en cuanto lo reconocieron, Keith Richards y Mick Jagger fueron a presentarle sus respetos, a un Muddy Waters, que no tenía ni idea de que al otro lado del charco hubiera ingleses melenudos que estaban venerando el blues exportado de aquellas tierras de los USA.


 


 1968: MUDDY WATERS GRABA SU DISCO PSICODÉLICO, Y LA LÍA PARDA


 "Electric Mud", se llamó la criatura, y el experimento de blues y psicodelia, sentó como un tiro al público habitual de blues de por entonces, calificándolo del "peor disco de la historia" y demás lindezas, pero renovó el blues hasta cotas no vistas antes, llegando a influenciar en un mismísimo Jimi Hendrix. Le acompañaba a Waters, una banda, cómo no, de psicodelia, llamada Rottary Conection, y junto a ella, Muddy ofrecía versiones funk y ácidas de sus clásicos, y hasta una versión del "Let Spend The Night Together" de sus discípulos Stones. Un disco menospreciado en su momento, pero que con el tiempo cobró legiones de seguidores.


 1977: UN DISCÍPULO ALBINO, LE OTORGA UNA SEGUNDA JUVENTUD 

 Justo en el año en el que muere Elvis, y estalla el punk, Muddy finiquita su contrato con Chess, y un fan suyo tejano, gran guitarrista él, convence a su compañía, Blue Sky, para que contrate a nuestro bluesman. Y así es como, bajo la producción de Johnny Winter, Waters graba tres soberbios discazos en estudio, "Hard Again" (1977), "I'm Ready" (1978) y "King Bee" (1981) mas un directo llamado "Muddy Mississipi Waters- Live" (1979). Le acompañarían en esta aventura el bajista Charles Calmese, el harmonicista James Cotton, el guitarrista Bob Margolin y el batería Billy "Big Eyes" Smith. El resultado, pues todos sus clásicos actualizados y puestos al día, sonando más contundentes que nunca. Eso sí, el más flojo de los tres discos en estudio, sería "King Bee", cuya grabación estuvo rodeada de problemas, como fueron discusiones entre el mánager de Waters y la banda por temas monetarios, y falta de material para el disco, por lo que se tuvo que recurrir a coger outtakes de los dos discos anteriores. Pero con todo, también es bastante disfrutable el disco. Este periodo, fue lo último grande que hizo Muddy Waters, antes de dejarnos en 1983.


 

4/01/2013

BALLS TO THE WALL

Siguiendo con el repaso a aquellos discos que cumplen 30 años, y que marcaron la adolescencia de algunos de nosotros, o que fueron piezas clave en la música rock, esta vez le toca al disco que más controversias levantó, de estos teutones. Porque, si bien en países como Spain, se malinterpretó el mensaje de una letra como la del tema que da título al disco, adjudicándoles una inmerecida fama de nazis, cuando la canción es un himno contra la opresión precisamente, en los EEUU, que son más de fijarse en la cosa sexual, una portada como esa, y letras como "Love Child" o "London Leather Boys", no tardarían en ser la comidilla de todo cristo, por la evidente interpretación gay del asunto. Imagino a más de un padre de Wisconsin, viendo la portada del disco, y preocupado porque su hijo se había vuelto maricón. Aquí en España, éramos más inocentones, y hasta años más tarde, nadie reparó en que esa portada, no tenía mucho de varonil, por mucho que la propia banda no quisiera dar a entender eso, sino que la cosa iba de echarle pelotas contra el poder y demás. De hecho, es el disco más político y contestatario que jamás hayan hecho estos hijos de Merkel. Dejemos que el propio Udo aclare estas cosas. Así explicaba la cosa, en la página de The Metal Circus:


 "No tengo el menor de los problemas con la gente gay. Pero lo que comentas viene desde la época en que sacamos “Balls to The Wall”. El artwork de la portada llevó a que la gente interpretara ciertas cosas. Se corrió la voz de que ACCEPT eran una banda de heavy metal gay. Además, hicimos temas como “London Leatherboys”, el cual no tiene nada que ver con la homosexualidad pero se interpretó así. Es un tema sobre una banda de moteros! Claro, hicimos “Love Child”, pero ese tema era sobre la lucha de la gente homosexual y sobre la historia de alguien que no sabe aún cual es su sexualidad. Si a partir de ahí la gente sacó las conclusiones que no eran… ACCEPT nunca fueron una banda gay. Estoy casado y tengo dos hijos".


 Lo de la fama de nazis, ni merece un comentario, porque es una tremenda gilipollez (como lo otro, ahora que lo pienso, la verdad), así que, vamos a lo que importa, y a lo que cautivó a cantidad de metalheads de la época, que son los temazos que contenía la continuación a su celebérrimo "Restless And Wild".


 Y es que, ya sólo con el himno que es la pesada (en el buen sentido de la palabra) "Balls To the Wall", tema perfecto para corear puño en alto en los conciertos, el trabajo arrancaba de maravilla, continuando con la rítmica "London Leather Boys", muy a lo Judas Priest, y otro pedazo de himno de estribillo coreable para las audiencias. "Fight It Back" es un trallazo del que pocas veces o ninguna, se dice nada, y la verdad es que no tiene nada que envidiar a las otras dos. Tema rápido en la onda de un "Breaker", con muy buen solo de guitarra y Udo desgañitándose con ganas. "Head Over Hills" es otro medio tiempo machacón, que comienza con el bajo recordando un tanto al "The Rage" de Judas Priest, y desembocando en otro himnazo marca de la casa. Porque este disco está repleto de eso, de himnos. "Losing More Than You Ever Had" es un tema hard rockero que recuerda al "Princes Of The Dawn" de su anterior disco, y aporta variedad al conjunto de canciones. Una joyita oculta dentro de los temas de la banda. "Love Child" es puro Accept sin más. Una lección de hacer heavy metal con pelotas, y que además suene comercial, al igual que la siguiente, "Turn Me On", otro tema para quitarse el sombrero, de esos que se les da tan bien al grupo. Siguen las influencias de Priest, y el puro sonido Accept, cuando se ponen más heavieros con "Losers And Winners", cuyo estribillo, siempre hacíamos las risas entre los colegas, cuando sonaba en algún garito, por el parecido fonético que tiene con "no hay cerveza". A pesar del cachondeo, pues qué quieren que les diga, es un temazo como la copa de un pino, y uno de los más famosos del disco, que todavía suena y seguirá sonando en todo bar metalero que se precie. "Guardians Of The Night" empezaba tranquilita, pero luego era un medio tiempo metálico bastante apañado que no desentonaba para nada con el resto. Y la historia se cerraba con "Winter Dreams", un tema más relajado con brillante comienzo. No llegaba a ser una balada, pero casi, y me parece uno de los temas más acojonantes del grupo, aunque de los menos conocidos. Me pasa lo mismo con esta canción que con el "Fever" de los Priest. Pues eso, discazo tremendo donde los haya, que a mi modo de ver, forma una unidad junto a "Breaker" y "Restless And Wild". No es que, lo que estuviera por venir fuera peor, ni mucho menos,pero estos tres discos, me parecen la trilogía perfecta de lo que son Accept.