Así es como se llama este documental dirigido y protagonizado por el cómico estadounidense, Bill Maher, en el cual nos demuestra lo ridículo de las religiones, y pone en evidencia, en su sitio, y ridiculiza a más de un chiflado, manipulador y fanático de todo tipo de confesión religiosa.
Les dejo con uno de los fragmentos más divertidos.
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