Thirty Six Hours Later
Ya era hora de que diera signos de vida, el gran guitarrista Todd Youth, que formaba parte en la década pasada de una banda que, a mi juicio, mereció mucha mejor suerte, como eran los D Generation. Desde su separación, ha tocado con gente como Danzig, o como Motorhead, en una de las giras de los secuaces de Lemmy, sustituyendo a Campbell. Y ahora vuelve a liderar una banda que rinde tributo al rock callejero, macarruzo y glamouroso, que practicaba con el grupo que le dio a conocer. Y aunque no inventen la rueda, y muchos de los guitarrazos y coros te suenen a New York Dolls, Stooges, kiss, y demás cuadrilla, la verdad es que suenan convincentes y con mucho estilo, haciendo que cañonazos como "Nothing Wrong", "I Want More", o la ramoniana "Pillbox", te hagan mover el pie como un poseso. Y estribillos como el de "Heart Attack", se te quedan en el cerebro con una facilidad pasmosa. Ese tema es adictivo. Una grata alegría tener de vuelta a este señor.
Ya era hora de que diera signos de vida, el gran guitarrista Todd Youth, que formaba parte en la década pasada de una banda que, a mi juicio, mereció mucha mejor suerte, como eran los D Generation. Desde su separación, ha tocado con gente como Danzig, o como Motorhead, en una de las giras de los secuaces de Lemmy, sustituyendo a Campbell. Y ahora vuelve a liderar una banda que rinde tributo al rock callejero, macarruzo y glamouroso, que practicaba con el grupo que le dio a conocer. Y aunque no inventen la rueda, y muchos de los guitarrazos y coros te suenen a New York Dolls, Stooges, kiss, y demás cuadrilla, la verdad es que suenan convincentes y con mucho estilo, haciendo que cañonazos como "Nothing Wrong", "I Want More", o la ramoniana "Pillbox", te hagan mover el pie como un poseso. Y estribillos como el de "Heart Attack", se te quedan en el cerebro con una facilidad pasmosa. Ese tema es adictivo. Una grata alegría tener de vuelta a este señor.
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