12/26/2016

CAMBIOS QUE SENTABAN COMO UNA HOSTIA A UN YOUTUBER

DE WHITESNAKE A BARBIESNAKE






Corría abril del 87, cuando los heavies patrios por fin vimos el nuevo videoclip de la Serpiente Blanca, que nos demostraría lo que nos deparaba en la banda de Coverdale, desde ese momento, hasta que el grunge se cargó la laca.

Todos estábamos expectantes, y más cuando sabíamos que John Sykes había grabado las guitarras en dicho album, y, aunque desde los tiempos de "Saints & Sinners", y, sobre todo, "Slide It In", Coverdale andaba detrás de endurecer ese hard rock blues tan característico de la Serpiente Blanca (para ello había reclutado a Mell Galley y posteriormente a Sykes), y que cada vez se esforzaba en cantar en un tono más agudo, muchos fans entre los que me incluyo, no dimos crédito a lo que vimos en el clip de "Still Of The Night".

Ni Ansley Dumbar a la batería, ni Sykes, ni Neil Murray al bajo, ni Don Airey a las teclas, que en realidad eran los tipos que grabaron el disco. Nada. Una colección de figurines vestidos con lo último de moda en Sunset Boulevard, y Coverdale transformado en Kim Novak. Vale, luego uno se daba cuenta de que los figurines eran primeros espadas del hard&heavy de la época, como Adrian Vandenberg, Vivian Campbell, Rudy Sarzo y tommy Albrigde (bueno, este último, de figurín poco, pero daba el pego, con el melenón rizado y tal). No sólo se había metalizado el sonido, sino que se habían convertido en una banda de hair metal, con todo lo que eso conlleva. Que sí, que todos estos tíos eran y son muy buenos músicos. ¡Pero coño, yo quería escuchar a los Whitesnake blueseros, no a este tío imitando a los putos Dokken! Para colmo, el destrozo que hicieron con "Here I Go Again", rompiendo la magia y el feeling de la versión original, e idem de idem con "Crying In The Rain", por no hablar de esa balada para yuppies y fans de Rock Fm que es "Is This Love".

Con el paso del tiempo, y ya repuesto del susto, pues bueno. "1987", lo considero un buen disco, pero ni lo considero Whitesnake, ni desde luego, es para mí. Y lo que más me jode, es la amnesia colectiva que hay en gran parte del público rockero, para el que los Whitesnake parece que sólo existen a partir de esto. En los USA, lo entiendo, ¿pero en España? Pues sí, triste pero cierto.

                                  ¿Sobre cuántas guías de teléfonos subirían a Rudy Sarzo?

Lo que ya sí que fue la culminación de la cacota infecta, fue su siguiente obraza de metal pelucón. "Slip Of The Tongue", fue un intento de repetir la jugada, que hubiera salido bien, de no ser por el fichaje que metieron de guitarrista, y la producción apagadísima que tiene. Steve Vai mola mucho con Zappa o con Roth, pero con el estilo de Whitesnake no pegaba ni con cola. Y encima, aquí, la pieza clásica a destrozar es "Fool For Your Loving", que se convierte en una reputísima mierda sin feeling, ni nada que se le parezca. Eso sí, todos los clips con la señora de Coverdale, y los modelos de ropajes de Sunset Boulevard (algo más comedidos que en el 87, año en el que se debieron cargar media capa de ozono con la laca), muy monos todos. Yo tuve el dudoso placer de ver esta gira, y no recuerdo absolutamente nada memorable, ya ven ustedes. Bueno, sí. Las jamelgas presentes, en las que me fijaba cuando la banda aburría con versiones desastrosas de "Is This Love", o así.

Afortunadamente, el grunge y el rock alternativo, y todo eso que imperó en los 90, y que hace llorar a muchos heavies, puso las cosas en su sitio, y a pesar de que Coverdale sacó alguna cosa que otra bajo el nombre de su Serpiente, tuvo su justo castigo, con la indiferencia total del público, que ya estaba harto de Bon jovis y megatocones. Esto le debió servir de lección, y si se fijan, discos como "Restles Heart", o el disco en solitario que sacó en su época Ana Rosa Quintana (cuando se cortó el pelo y se lo tiñó de negro, o se lo destiñó más bien) de "Into The Light", tienen cosas bastante majas, así como sus dos discos con canciones propias, "Good To Be Bad" y "Forevermore". Pero el susto que nos pegó a finales de los 80, fue imperdonable.

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