4/17/2016

AXL ROSE, AC/DC Y EL DÈJÁ VU

En primer lugar, como estoy algo vago, voy a empezar poniendo aquí lo que he puesto en mi Facebook cuando la noticia se ha confirmado de manera oficial hoy:

 Gente que se va a cortar las venas con una motosierra, porque ya es oficial lo que era previsible en AC/DC. La que se hubiera montado de haber internet al nivel actual, cuando Rob Halford cantó con Black Sabbath en Costa Mesa, oigan. A mí me da más asco que Gucci haya hecho un vestidito con el logo de la banda australiana, que el hecho de que para cubrir unos conciertos, la empresa (porque ACDC a día de hoy es una empresa), haya fichado para cubrir una baja de uno de sus curritos, a un tío que domina esto del rock de estadios, es un cantante de hard rock fanático de AC/DC, y que ya con su grupo les versioneaba en directo. Que parece que hayan fichado a Enrique Iglesias, coño. Que sí, que tendrían que devolver la pasta de las entradas al público que se la ha comprado por ver a AC/DC con Brian Johnson (al que muchos talibanes, tras tantos años ganándose los galones, le siguen llamando "el nuevo", por cierto). Pero lo que hay, es lo que hay. AC/DC es Angus Young, y seguido, una empresa de la que come mucha gente, con contratos y demás, que vaya usted a saber qué cláusulas habrá, por cancelaciones de giras y demás. Exageraos, que sois unos exageraos.

 Y, dicho esto, quería comentar con ustedes, la sensación de dèjá vu que me ha traído esto, porque este traumita que les da a los fanes del rock cuando su banda cambia a un cantante por otro, es más viejo que el cagar. Hasta lo padecieron los mismos AC/DC, cuando sustituyeron al finado Bon por el hombre de la boina. Obviamente, cuando entra un cantante nuevo, esto suele afectar al sonido de la banda, sea la que sea, y polémicas como la que nos ocupa, han sido muchas en esta música. Recordemos unas pocas:

DEEP PURPLE MARK IV



Aquí el cambio no es de cantante, sino de guitarrista, pero es bastante significativo.Cuando Ritchie Blackmore se piró de la mítica banda, porque no le molaba la inclinación cada vez mayor que estaban teniendo sus compis hacia terrenos más negroides, todavía muchos fans seguían defendiendo discazos como "Burn" y "Stormbringer", a pesar de que un sector importante rechazó a esos Purple, y se quedó con los de la formación anterior con Gillan y glover. Pero ya, el síncope definitivo, les entró a muchísimos fans cuando Blackmore fue sustituído por el gran Tommy Bolin, un enorme guitarrista, que había tocado con James Gang, y que tenía una gran reputación como músico de sesión, con unas tesituras más jazzísticas, mucho más versátil que el rollo clasicote del hombre de negro, que se amoldaba a lo que Purple buscaban como un guante. De siempre, entre los heavies más garrulos, corrió la estupidez de que este hombre, por ello, por su versatilidad, y porque no iba en plan corrededos, era peor que Blackmore, y "Come Taste The Band" se llevó todas las hostias habidas y por haber por esos prejuicios idiotas.  Con los años, se reuniría la formación de Gillan y Glover, con un estupendo "Perfect Strangers" bajo el brazo, que iría decayendo, hasta que Blackmore fichó a su antiguo compañero de Rainbow, Joe Lynn Turner, grabando un "Slaves And Masters", que, sin ser en absoluto un mal disco, suena más a Rainbow que a Purple, pero no fue tan defenestrado como el "Come Taste The Band".

RAINBOW



Siguiendo con la saga Purple, Blackmore se había hecho con un público gracias a la aportación entre otras cosas de Ronnie James Dio, pero llegó un momento que quería triunfar a lo grande en los States. Así que, decide que el heavy metal de historias de dragones y brujos debería dar paso a una orientación más comercial. Ficha a un desconocido Graham Bonnet, que a pesar de su look a lo James Dean, el público no le coge tanta manía como le cogió Blackmore. "Down To Earth", a pesar de ser un álbum más comercial, que su material anterior, no está exento de calidad, mantiene cosas del pasado, y encima Bonnet es un cantante fuera de serie. Pero, Blackmore ficha a un cantante neoyorkino de una banda aorera llamada Fandango, con el que grabaría "Difficult To Cure". Ahí ya, muchos de los fans de los Rainbow de Dio, sacan los cuchillos, por las pintas de moñón que tiene Joe Lynn Turner, y porque ya Blackmore ha decidido que va a gustar de una vez por todas a los fans de Journey, con una inclinación total al rollo más AOR. Si en la época hubiera existido internet, Facebook hubiera echado chispas cuando se presentó en sociedad el clip de "I Surrender". Aunque la cosa no es para tanto. Donde antes había un "Kill The King", ahora había un "Spotlight Kid", donde antes había un "Do You Close Your Eyes", ahora había un "Can't Happen Here", y seguía mostrando su querencia por lo clásico con su versión del Himno A La Alegría de Beethoven. Vamos, que cambiaba el envoltorio, pero en el fondo...

VAN HALEN



Bueno, en este caso, en los USA quizás el público sí sintió como si hubieran violado a sus madres, con la orientación musical que cogió Eddie Van Halen, en cuanto se deshizo de David Lee Roth, y fichó al Red Rocker, pero en países como Spain, curiosamente, los heavirulos en general, vieron con buenos ojos lo que empezaron a perpetrar éstos con Hagar, que les parecía como "más serio" , que con Roth eran divertidos, y eso era intolerable. Así, de ser una banda divertida con un poder guitarrero acojonante, con un guitarrista que había cambiado el lenguaje de la guitarra eléctrica y un showman brutal, se convirtieron en una banda de AOR para marujas e hijos musicales de ascensores y dentistas, en la que tenían más importancia los sintetizadores que las guitarras. Luego intentaron enmendar eso, pero para gente como yo, ya no tenía solución. Y menos cuando su excompañero grabó dos discazos como "Eat'em And Smile" y "Skyscraper". ¡Y mira que me gustan Montrose y Samy Hagar en solitario! Pero aquí la culpa era de Eddie.

BLACK SABBATH




Hoy, a mucha gente joven le parecerá increíble que ocurriera, pero ocurrió. Cuando Tony Iommi  decidió echar a Ozzy, y meter a Dio en su banda, muchos fans dieron la espalda a los de Birmingham, e incluso cada noche que salía el diminuto cantante al escenario, tenía que escuchar a muchos fans coreando el nombre de Ozzy.  Sí, vale. Black Sabbath crearon un sonido propio en el que la voz de desquiciado de Ozzy era parte fundamental, pero, ¿acaso con Dio, que era un cantante infinitamente mejor a nivel técnico, no situaron su sonido en los 80, pudiendo perfectamente competir con las bandas que surgirían con la NWOBHM, y encima grabaron dos obras maestras como "Heaven And Hell" y "Mob Rules"? Personalmente creo que ambas épocas son compatibles, y poner una sobre otra a día de hoy, es puro postureo.

BLACK SABBATH E IAN GILLAN



Esta unión fue muy sonada. Cuando Dio marchó de Black Sabbath, Toni Iommi, en un gesto de bizarrismo sin precedentes, un buen día sorprende a todo cristo metiendo como batería a Bev Bevan, batería de la ELO, ¡y al ex Deep Purple Ian Gillan! Lo de Bevan sonaba raro de cojones. No es que sea un mal batería, pero la ELO no es Black Sabbath, no sé si me entienden. Y lo de Gillan, bueno, no fue tan mal recibido como lo de Axl en AC/DC, e incluso el disco que perpetraron, "Born Again", pese a tener una producción horrenda, no suena del todo mal, tiene temazos como "Disturbing The Priest", y con el tiempo se ha convertido en un disco de culto que ha influenciado en bandas posteriores. Pero la cuestión del directo ya fue otra cosa. Con su anécdota a lo Spinal Tap con el decorado del escenario, y luego, un Gillan acabadísimo de voz, que no daba una, y encima, unos Sabbath tocándose todas las noches "Smoke On The Water"...la cosa tuvo las críticas que tuvo, y consecuentemente, duró lo que duró.

QUEEN Y PAUL RODGERS



Esto otro también trajo mucha cola. Seamos realistas. Pensarse que Brian May iba a quedarse sin exprimir el legado de Queen, es de ingénuos. Además de que tanto él como Roger Taylor tienen todo el derecho del mundo a ello, porque ellos también formaron parte de la banda. Así que, cuando May estaba aburrido, un buen día decidió juntarse con Taylor y con el ex cantante de Free y Bad Company para hacer una gira recordando el legado de su banda, de Freddie Mercury, y además el de su nuevo compañero, por añadidura. John Deacon decidió no formar parte de esto, lo cual es respetable, pero qué quieren que les diga. Por una parte, nunca había visto en directo a Queen, y por otra, tampoco a Paul Rodgers. Con lo cual, yo fui de los raros que disfrutaron las dos veces que les vi en directo, y con su disco "The Cosmos Rocks". Me pareció muy curioso ver a Queen moviéndose por una tesitura menos barroca y más blues y soul, así como la manera que tenía Rodgers de llevar los temas clásicos a su terreno, mas luego ver a Queen llevando al suyo temas míticos de Free o Bad Company en los directos. También me alegraba que Paul Rodgers, un tío que es una leyenda por ahí fuera, pero que en países como el nuestro gusta a una minoría, obtuviese la atención de públicos mayoritarios y se diera a conocer entre ellos. Para evitar los comentarios maliciosos, la cosa se presentaba como Queen + Paul Rodgers, pero no por ello no hubo comentarios maliciosos de gente que decía que qué morro, que eso no era Queen, ¡que tenía que haber estado ahí George Michael! ¡Venga coño! Así pasa, que los horteras que no tragaban a Rodgers, y que además no conocían ni una puta canción de Bad Company o Free salvo el "Allright Now" o el "Can't Get Enought" están más que encantados con la nueva reencarnación de Queen con un triunfito clon de Mercury como Adam Lambert.

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