4/01/2013

BALLS TO THE WALL

Siguiendo con el repaso a aquellos discos que cumplen 30 años, y que marcaron la adolescencia de algunos de nosotros, o que fueron piezas clave en la música rock, esta vez le toca al disco que más controversias levantó, de estos teutones. Porque, si bien en países como Spain, se malinterpretó el mensaje de una letra como la del tema que da título al disco, adjudicándoles una inmerecida fama de nazis, cuando la canción es un himno contra la opresión precisamente, en los EEUU, que son más de fijarse en la cosa sexual, una portada como esa, y letras como "Love Child" o "London Leather Boys", no tardarían en ser la comidilla de todo cristo, por la evidente interpretación gay del asunto. Imagino a más de un padre de Wisconsin, viendo la portada del disco, y preocupado porque su hijo se había vuelto maricón. Aquí en España, éramos más inocentones, y hasta años más tarde, nadie reparó en que esa portada, no tenía mucho de varonil, por mucho que la propia banda no quisiera dar a entender eso, sino que la cosa iba de echarle pelotas contra el poder y demás. De hecho, es el disco más político y contestatario que jamás hayan hecho estos hijos de Merkel. Dejemos que el propio Udo aclare estas cosas. Así explicaba la cosa, en la página de The Metal Circus:


 "No tengo el menor de los problemas con la gente gay. Pero lo que comentas viene desde la época en que sacamos “Balls to The Wall”. El artwork de la portada llevó a que la gente interpretara ciertas cosas. Se corrió la voz de que ACCEPT eran una banda de heavy metal gay. Además, hicimos temas como “London Leatherboys”, el cual no tiene nada que ver con la homosexualidad pero se interpretó así. Es un tema sobre una banda de moteros! Claro, hicimos “Love Child”, pero ese tema era sobre la lucha de la gente homosexual y sobre la historia de alguien que no sabe aún cual es su sexualidad. Si a partir de ahí la gente sacó las conclusiones que no eran… ACCEPT nunca fueron una banda gay. Estoy casado y tengo dos hijos".


 Lo de la fama de nazis, ni merece un comentario, porque es una tremenda gilipollez (como lo otro, ahora que lo pienso, la verdad), así que, vamos a lo que importa, y a lo que cautivó a cantidad de metalheads de la época, que son los temazos que contenía la continuación a su celebérrimo "Restless And Wild".


 Y es que, ya sólo con el himno que es la pesada (en el buen sentido de la palabra) "Balls To the Wall", tema perfecto para corear puño en alto en los conciertos, el trabajo arrancaba de maravilla, continuando con la rítmica "London Leather Boys", muy a lo Judas Priest, y otro pedazo de himno de estribillo coreable para las audiencias. "Fight It Back" es un trallazo del que pocas veces o ninguna, se dice nada, y la verdad es que no tiene nada que envidiar a las otras dos. Tema rápido en la onda de un "Breaker", con muy buen solo de guitarra y Udo desgañitándose con ganas. "Head Over Hills" es otro medio tiempo machacón, que comienza con el bajo recordando un tanto al "The Rage" de Judas Priest, y desembocando en otro himnazo marca de la casa. Porque este disco está repleto de eso, de himnos. "Losing More Than You Ever Had" es un tema hard rockero que recuerda al "Princes Of The Dawn" de su anterior disco, y aporta variedad al conjunto de canciones. Una joyita oculta dentro de los temas de la banda. "Love Child" es puro Accept sin más. Una lección de hacer heavy metal con pelotas, y que además suene comercial, al igual que la siguiente, "Turn Me On", otro tema para quitarse el sombrero, de esos que se les da tan bien al grupo. Siguen las influencias de Priest, y el puro sonido Accept, cuando se ponen más heavieros con "Losers And Winners", cuyo estribillo, siempre hacíamos las risas entre los colegas, cuando sonaba en algún garito, por el parecido fonético que tiene con "no hay cerveza". A pesar del cachondeo, pues qué quieren que les diga, es un temazo como la copa de un pino, y uno de los más famosos del disco, que todavía suena y seguirá sonando en todo bar metalero que se precie. "Guardians Of The Night" empezaba tranquilita, pero luego era un medio tiempo metálico bastante apañado que no desentonaba para nada con el resto. Y la historia se cerraba con "Winter Dreams", un tema más relajado con brillante comienzo. No llegaba a ser una balada, pero casi, y me parece uno de los temas más acojonantes del grupo, aunque de los menos conocidos. Me pasa lo mismo con esta canción que con el "Fever" de los Priest. Pues eso, discazo tremendo donde los haya, que a mi modo de ver, forma una unidad junto a "Breaker" y "Restless And Wild". No es que, lo que estuviera por venir fuera peor, ni mucho menos,pero estos tres discos, me parecen la trilogía perfecta de lo que son Accept.


 

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