2/12/2007

IMBATIBLES


ROSE TATTOO

BLOOD BROTHERS


¡Qué grandes son! Después de la racha que han tenido, en lo personal, la pérdida del llorado guitarrista, Pete Wells, la del exbajista, Ian rilen (ya no estaba en los Tats, pero esta banda transmite un sentimiento de hermandad entre sus miembros, solo visto en Lynyrd Skynyrd), estos tipos siguen ahí, imbatibles a la adversidad, demostrando que nada les puede detener. Parece, con este disco, y al anterior, el colosal "Pain", y su directo "25 For Life", que nada ha cambiado en ellos, desde "Scarred For Life", y sus coqueteos con un rollo más blandengue, como fue aquel olvidable "southern Star", no hubieran existido. Ahí siguen demostrando, cómo se hace rock&roll con cojones. No hay grandes sorpresas. Cuando uno se compra un nuevo disco de estos tipos, ya sabe lo que va a oír. Es como George Thorogood, o como eran los Ramones. no hay grandes cambios, sino una nueva colección de grandes canciones, y de auténticos cañonazos sonoros e himnos, como sólo los saben hacer ellos. Así pues, la cosa empieza muy bien, con "Black Eyed Bruised", su single y carta de presentación, sigue con un trallazo llamado "Slipping Away", para dar paso al típico himno de borrachera de bar de la casa, que lleva por nombre "Once In A lifetime". Canción que te hará mover el pie como un poseso, y que tiene una "slyde" rompedora, como todos los temas del disco. Por cierto, cuentan con dos guitarristas nuevos en la banda. Uno es Mick cocks, que reemplaza a Rob Riley, y el otro es Dai Pritchard, que sustituye al malogrado Wells. Bien, la juerga sigue de la mano del rockanrollazo titulado "1854", tema que para el directo, funcionará de maravilla, luego pasan a la bluesera, como su nombre indica, "City Blues", que viene a ser su "Rock&Roll Outlaws" versión 2007, para pasar a mostrar sus influencias sureñas, que siempre han estado ahí, con la magnífica "Sweet Meat", un descansito, con "Man About Town", un blues lento, que se les dan de miedo, seguimos con un pie en el blues, de la mano de "Creeper", que te lleva a los pantanos de Louisiana, como si nada, y otra vez vuelta al rock salvaje, con "Stand Over Man" y la marchosona, "Nothing To Lose", para terminar el tema con otra pieza de órdago, llamada "Lubricated", cuyo riff es un homenaje descarado a sus compatriotas del traje de colegial.


Un discazo redondo, que hace que aumenten mis ganas de verles por aquí, que finalmente serán recompensadas el 31 de marzo. Cada día me impacienta más la espera.



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