Les ruego perdonen mi confusión con el título de esta cosa filmada en celuloide, pero es que, es lógico. Porque "Rock Of Ages" comparte la misma actitud y va dirigida hacia el mismo tipo de juventud amorfa y mongola, que la otra basura. Hasta el poster publicitario, no me digan que no desprende un tufo a la otra mongolada para adolescentes con la que la he confundido.
Una vez soportada la tortura de verla entera, por fin puedo afirmarlo.
No sé cómo sería el musical original de Broadway, pero en lo que a su versión fílmica respecta, es la cosa más necia, políticamente correcta, vacía y gilipollesca, que he visto en mucho tiempo. Y me duele especialmente, porque en esta ocasión, la cosa va de cargarse la esencia de ese metal ochentero con el que hemos crecido muchos. Aquí no verás ni drogas, ni sexo (eso sí, calientapollismo puritano, todo el que se quiera), ni rock&roll, por mucho tema clásico de esa época que suene, pero edulcorado y destrozado por los cantarines de turno.
La historietita central, es una cursilada almibarada hasta la náusea, entre una pimpina mona, y un bisbalín que nos tratan de convencer que es un rockero de la hostia. Cosa que no se consigue, cuando muta por exigencias de la discográfica a cantante en un grupo de esos de boys bands, y se le ve más sentido en ese papel, y más agusto y creíble, que como rockerazo en ciernes. Querer hacer creer que este puto moña sin sangre, es capaz de componer temazos como "Don's Stop Believing" de Journey, motiva la risa y la estupefacción.
El de la foto es el proyecto de rockero, y estas son sus dotes. No se rían. Miren con qué sangre de horchata, me canta este tema de los Twisted:
Y esta es la niñata camomila, cargándose un tema y mostrando sus dotes de adivina, porque, los genios que seleccionaron la música de una película que se sitúa en el 87, escogen, con dos cojones la baladita de Extreme, que si no me equivoco, es de primeros de los 90:
No me digan, que no derrocha almíbar por todos los poros esta mierda.
Y así, montones de destrozos de Whitesnake, Foreigner, David Lee Roth, etc. Desprovistos de alma y cantados al modo de American Idol, que es para este tipo de público, para quien va dirigido esto. Es el equivalente musical a "Crepúsculo", a la hora de cargarse un género.
La pena es ver a actores profesionales en este circo, como son Catherine Zeta Jones, Paul Giamatti o Alec Baldwin, interpretar sus papeles sin gracia, como pasando por ahí de casualidad. Pero supongo que tienen que pagar facturas como todo el mundo.
Lo único destacable, la interpretación del gilipollas de Tom Cruise, que al menos, se curra su papel de caricatura de rockstar en decadencia, y procura cantar bien y dar el tipo con el personaje.
Mary J. Blige, también demuestra poner algo más de eso que no ponen los demás, interpretando/matando, temas como éste. Al menos, esta mujer, canta en condiciones:
Afortunadamente, la selección musical, es de lo más comercial del metal de los ochenta, en sus vertientes AOR y hair bands y demás. Si llegan a seleccionar cosas como Judas Priest, Black Sabbath, etc, ni quiero pensar en el resultado. Y con todo, edulcoran todavía más estos temas, que ya se dice pronto.
Los diálogos son de parvulario, las interpretaciones de pena, ni siquiera funcionan subtramas como la crítica light a los mamoneos de mánagers y discográficas, o los grupos puritanos anti-rock de aquella época, los chistes no hacen ni puta gracia, y escenitas de sexo, bueno, tiene la escena de sexo casto más ridícula de la historia, en ese polvo vestidos, entre el rockstar y la periodista, que no se sabe si sólo se han restregrado, o han follado telepáticamente, gracias a los poderes cienciológicos de Cruise. Vamos, muy casto todo, para que los niñatos de High School Musical no se perviertan.
A muchos de mis compis de generación, que de jóvenes iban al Canciller, pues les ha encantado, pero no les hagan caso. La nostalgia hace estragos. Yo espero ver la versión teatral española, que puede ser todavía peor, con cantarines de OT, cantando temas de la movida madrileña y Mecano, o como mucho, algo más rockerazo de la hostia como Pereza o los Rodriguez, o el Canto del Moco.